lunes, 11 de febrero de 2008
Es la hora de arriesgar
Hoy valoramos tanto la seguridad personal y colectiva, que todo tiene que ser "fiable" y tenemos que tener garantías plenas para hacer cualquier cosa...
Nos da lo mismo si son cosas que compramos, o cosas que usamos e incluso con las cosas que hacemos. Todo tiene que estar garantizado y tener todas las respuestas, antes de hacer algo para poder avanzar.
Y en esta incertidumbre permanente nos preguntamos:
¿Qué pasará? ¿Qué nos ocurrirá si pasa esto a aquello? A ver si nos va a fallar algo... y se nos van a torcer nuestros cálculos y previsiones...
Sin embargo, creo que es una necedad pretender tener todo atado, todo previsto siempre, antes de embarcarnos en algún proyecto. Hay momentos en la vida en los que tenemos y debemos arriesgar, caminar sobre el alambre, entrar y andar por sendas que no sabemos a dónde nos conducen, saliéndonos del guión, porque debemos tener la certeza que la compañía constante de Dios en nuestra vida.
Ciao
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