En Silencio, podemos crear gradualmente una unión amorosa con Dios. Cuando le dedicamos tiempo al silencio y la reflexión, comenzamos a sentir a Dios como el Padre y la Madre cada vez más cerca. Hay tal dulzura en esta experiencia, que el alma comienza a abrirse como las flores al calor del sol.
En el silencio descubriremos todo aquello que el ruido que nos rodea, no nos deja oir.
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario