El tiempo es como un río

Nunca nos justifiquemos ante nadie. Las personas que nos quieren no necesitan nuestra disculpa, y las que no nos quieren, nunca nos creerán por mucho que les digamos.

No demos prioridad a nadie en nuestra vida, cuando nosotros seguramente somos una opción más en su vida.

Cuando cada mañana despertamos tenemos dos alternativas: Seguir durmiendo y soñando, o levantarnos y empezar el día intentando hacer realidad esos sueños.

Podemos llorar por los que nunca han llorado por nosotros, o hacemos llorar a los que de verdad nos quieren.

Así es la vida: extraña pero cierta, y una vez que nos demos cuenta de ello, podremos tomar otro rumbo y cambiar.

No hagamos promesas si estamos contentos.
No respondamos si estamos tristes o enfadados.
No tomemos decisiones si estamos enojados.

Antes de tomar una decisión... pensemos dos veces y después actuemos.

El tiempo es como un río: No podemos tocar el mismo agua dos veces, porque el agua que pasa, nunca pasará otra vez.

Disfrutemos cada momento de nuestra vida.
Si vivimos pensando lo ocupados que estamos, nunca seremos libres.
Si vivimos diciendo que no tenemos tiempo, nunca lo tendremos.
Si dejamos las cosas para hacerlas mañana, puede ser que, mañana sea ya tarde.

Disfrutemos del momento que estamos viviendo y seremos mucho más felices.

Ciao.