jueves, 24 de abril de 2008

Los dos Mares



Hay en Tierra Santa dos lagos alimentados por el mismo río: El río Jordán.
Están situados a unos kilómetros de distancia el uno del otro. Pero ambos, poseen características asombrosamente distintas.
Uno es el lago de Genesaret, conocido también como Mar de Galilea o Lago de Tiberíades.
El otro, es el llamado el Mar Muerto.
El primero es azul, lleno de vida y de contrastes. En sus orillas se reflejan delicadamente las flores amarillas de sus bellísimas praderas.
El Mar Muerto es una laguna salitrosa y densa donde no hay vida y se queda estancada el agua que viene del río.

¿Qué es lo que hace tan diferentes a estos dos lagos, alimentados por el mismo río?

Es sencillamente esto:

El Lago de Genesaret, transmite generosamente lo que recibe. Su agua una vez llegada allí, parte inmediatamente para remediar la sequía de los campos. Sacia la sed de los hombres y de los animales. Es un "agua altruista".

El agua del Mar Muerto, se estanca. Se adormece. Es salitrosa. Mata. Es "agua egoísta", estancada e inútil.

Pasa lo mismo con las personas. Las que viven dando y dándose a los demás, generosamente, viven y hacen vivir.

Las personas que, egoístamente, reciben , guardan y no dan, son como agua estancada , que muere y causa la muerte a su alrededor.

Mucha gente se parece al Mar Muerto: Sólo reciben, acumulan, no se dan y así fabrican una vida amarga, desdichada e infeliz.

Hay otros que dan y se dan a sí mismos con generosidad y sin esperar recompensa alguna... Esta gente es la más feliz de nuestro mundo.

Cuánto más damos, más recibimos.
Cuánto menos repartimos de lo nuestro, más pobres nos volveremos.
El que acumula para sí solo, llama a gritos a la infelicidad y ésta le llega.
El que reparte, abre la puerta de la felicidad.
¡¡EL QUE NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR!!

¿Y tú, que clase de MAR eres?

Que Dios te bendiga.

Ciao.

1 comentario:

ave fénix dijo...

Como siempre, me encantan tus entradas,me invitas a la reflexión.
Un saludo.