La vida es un precioso jardín; lo que siembres en ella, eso podrás recoger.
Así que... elige buenas semillas, riégalas y con seguridad tendras las flores más bellas.
No veas a las tormentas como un castigo.
Piensa que los vientos fuertes harán que tus raíces se hagan más profundas para que tus plantas resistan mejor lo que tiene que venir.
Cuando tus hojas caigan, no te lamentes; serán tu propio abono, después reverdecerás y tendrás flores nuevas.
Sonríe, abre tus ramas agradecidas hacia el sol y siente su luz y su suave brisa.
Ciao.
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