
Se dice que el camino más corto, es la línea recta ¿Verdad?
A través de ella se llega al punto deseado, sin vueltas ni rodeos.
Pues bien, nuestra vida es eso: Un camino, largo o corto, pero que debemos recorrer con la mayor rectitud posible, pues esa será la única manera de llegar al final, de la mejor manera, y con la felicidad de haber cumplido nuestra misión en esta vida.
Son muchas a las cosas que tenemos que renunciar, si queremos llevar una vida recta y poder vivir (como solemos decir) "con la conciencia tranquila".
Nada es fácil en esta vida, y todo requiere un poco de esfuerzo, pero si obramos con rectitud de conciencia en cada momento, todo será más sencillo, y además nos dará la satisfacción de hacer a cada instante lo que creemos que está bien hecho.
Cuando se nos pide algo, nuestra condición humana (débil y cómoda por naturaleza a la vez), nos dice que debemos relajarnos, si no nos apetece hacer lo que en ese momento se nos está pidiendo, y si podemos, ponemos mil pretextos, nos excusamos, o delegamos en otras personas, si podemos hacerlo.
Pero por otro lado, saldrá nuestro otro yo, (nuestra conciencia), que nos dirá que las cosas no son así, y que debemos cumplir con nuestras obligaciones y compromisos, para luego no tener ese malestar (o remordimiento), que nos estará rondando hasta que hagamos las cosas bien.
Ante ese dilema, (el de la comodidad o el del deber cumplido), lo mejor es optar por lo segundo, pues creo que es el camino más recto.
Tal vez nos haya costado un poco más de esfuerzo, o nos haya hecho renunciar a nuestras apetencias en ese momento, pero seguro que al ver todo hecho, nuestra labor será mucha más perfecta, y en nuestro interior sentiremos una gran satisfacción.
Ciao.
1 comentario:
Como bien dices lojeda,nuestro alter ego,es verdareramente quien nos ayuda a decidir lo que hacemos bieno mal.Luego si lo hacemos caso o no es cosa nuestra.
Recibe mi cordial saludo.
Publicar un comentario