Cuando quieras decirle algo, antes de hablar, ponte en su lugar. Y si quieres criticar u opinar del otro, no lo hagas sin antes pensar lo que podrías experimentar estando en su lugar.
Si en algún momento quieres hacer un regalo, piensa, qué te gustaría recibir. Y si se cambian los papeles y el obsequio es para ti, antes de juzgar el valor de lo que te dan, ponte en el lugar de quien te lo quiso regalar.
Muchas veces actuamos sin pensar lo que sentirían los demás... decimos cosas que pueden doler, hacemos otras que tal vez pueden ofender o destruir; y eso sucede porque lo hacemos sin antes ponernos en el lugar del otro.Si vas a llamar la atención, si alguien te solicita que lo escuches un instante, si te piden un consejo, si vas a dar de otra persona una opinión, si quieres alejarte o aislar a otro, si vas a traicionar la confianza que te supieron dar, si decides no perdonar el error o pagar con mal al que te hizo llorar; antes de cualquier cosa, ponte en su lugar, así a nadie vas herir y tendrá más valor y efecto lo que das.
En medio de una discusión, cuando sientas necesidad de reclamar o reprochar, antes de hablar o actuar, ponte en su lugar. Se evitaría mucho dolor, propio y de los demás, si antes de cualquier cosa que tengamos que decir o hacer, intentamos ponernos en el lugar de los demás, no te justifiques diciendo: "nadie se pone en mi lugar".
Todos cometemos errores, igual todos tenemos fortalezas y limitaciones; y aunque somos diferentes a los demás, poseemos algo que ante los ojos de Dios nos hace idénticos de verdad, y es que Él mismo al crearnos, nos dio un corazón que siente, ríe, llora, experimenta mil emociones y nos hace vivir y amar.
Por todo esto, en cada momento de tu vida, así como piensas en ti y das cada paso buscando lo mejor, recuerda que hay que amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como tú mismo te has de querer. Lucha por tu felicidad y en esa búsqueda, ponte también en el lugar de los demás. No somos los únicos en el mundo, compartimos este paraíso con muchos más. Recuerda algo muy importante... ¡somos los demás de los demás!
"Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo. Si os enojáis, no pequéis.
No dejéis que el sol se ponga estando aún enfadados, ni deis cabida al diablo. El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados. Evitad toda conversación obscena. Por el contrario, que vuestras palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean una bendición para quienes escuchan. No agraviéis al Espíritu de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Abandonad toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sed bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente, así como Dios os perdonó a vosotros en Cristo" Efesios 4:25-32.
2 comentarios:
Yo siempre pienso que esto es muy difícil cumplir...pero ¡Menos mal que tenemos quien nos lo diga y nos lo haga presente cada día!
Las cosas no se consiguen si uno no quiere...
He experimentado muchas veces que con fe, si pongo mi voluntad, Dios hace el resto...El secreto está en confiar y saber esperar.
Un abrazo Lourdes
Es verdad que es difícil, ponernos siempre en el lugar del otro, pero creo que es bueno saberlo, para antes de actuar, pararnos un poco y pensar.
Jesús nos lo dijo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Yo creo que esa es la máxima que debemos tener en la mente cada vez que vayamos a hacer algo.
Cris, gracias por tus comentarios.
un abrazo
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