jueves, 30 de octubre de 2008

La labor pastoral de mi amigo Luife



De nuevo tengo noticias de mi amigo el misionero en Ecuador.
Esta vez me llegan las noticias de una convivencia que ha tenido con jóvenes de varias zonas a las que su Parroquia, presta asistencia.
Os dejo la crónica, tomada de su blog, para que esta corresponsal aficionada, pueda seguir dando testimonio de unos amigos que tiene a miles de Kilómetros de España, pero que resultan muy enriquecedores, al manos para mi.

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CONVIVENCIA EN CHUNGUILLO 24-25 OCTUBRE 2008
Este fin de semana pasado hemos salido a caminar con los jóvenes de los distintos grupos parroquiales de la zona. La convivencia había sido preparada durante bastante tiempo desde que Kleber presidente del grupo que nos acogió tuviera la iniciativa hace casi dos meses, en la anterior convivencia. El motivo fundamental era encontrarnos, celebrar, orar, caminar, estar juntos, conocernos y pasarlo bien. Podemos decir que todo esto se dio. La caminata fue hermosa por esa nueva carretera entre árboles y cerros. Cantábamos y jugábamos. Vinieron chicas y chicos de Lagarto, de Montalvo, de Rioverde acompañados de la hermana Cyntia, los del grupo de Rocafuerte y el numeroso grupo de los de Chunguillo que salieron a encontrarse con todos a la entrada del camino con una pancarta que rezaba: ¡Bienvenidos, abre tu corazón a la amistad! Una vez en el pueblo, una acogida con identificaciones y presentaciones, la merienda, una oración y comenzó el festival. En un gran círculo de unas setenta personas, rodeados de antorchas que nos alumbraban y daban un ambiente cálido, los grupos cantaron, hicieron representaciones, dinámicas, etc. Ya tarde nos fuimos a dormir, no sin antes un pequeño baño en el río.
A la mañana siguiente oramos tempranito en la iglesia, desayunamos un rico chocolate acompañado de queso del lugar y plátano frito.
De nuevo comenzamos a caminar hacia Las Lajitas. Ahora se trataba de un camino más corto, gracias a Dios porque hacía un sol de justicia que quemaba hasta al más pelado (es decir, yo). Por el camino comenzamos a comentar en grupo unas tarjetas que repartimos con frases sobre la amistad, el tema que queríamos tratar. Al llegar se introdujo el tema, un refrigerio, galletas con jugo de polvillos, se abrió el turno de intervenciones que estuvo bien movido. Al final baño. El río estaba sabroso, por algunos lados más profundos, por otros con rocas como islitas donde la gente se agazapaba como galápagos en gajo. A las doce y media recogimos un sabroso arroz con pollo que nos devoramos en poco rato y con esto dimos inicio a la vuelta dando numerosos viajes en el carro pues la gente estaba bien cansada. Así culminó la salida convivencia que todos disfrutamos mucho.

Creo que testimonios como este, debe hacernos pensar y plantearnos en cuanto a las dinámicas que hacemos en nuestra Iglesia de España.
Solemos preparar un montón de material, pero al final solo se queda en una gran paliza de los monitores y agentes de pastoral, para que nuestros jóvenes salgan casi lo mismo que entraron: Desmotivados, sin ninguna ilusión, y como si no hubiera pasado nada en la celebración.
Sé que esto no es general, gracias a Dios, y que hay muchos jóvenes comprometidos con su Iglesia, que se mueve y trabaja, por y para su Iglesia, viviendo su Fe en comunión con otros jóvenes en grupos parroquiales y movimientos.
Lo que yo quiero haceros reflexionar hoy, es que con muy pocos medios y mucha ilusión, se puede llegar a lograr grandes cosas. Estos jóvenes, han estado solos y abandonados espiritualmente mucho tiempo, y al mas mínimo gesto, responden con alegría y generosidad, a la llamada de la Iglesia.
Creo que nos queda mucho por aprender de ellos en este "primer mundo".

Ciao.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es impresionante la cantidad de misioneros que realizan su labor partiendo de nada, pero también impresiona los pocos medios de aquellos que se dedican a la formación de los misioneros y catequistas. Y sin embargo, hacen un trabajo impagable.

Hace poco leí sobre unos javerianos que, siguiendo el ejemplo de san Francisco Javier, fueron a China a principios del siglo XX, sin medios y en la más absoluta pobreza. Uno de ellos, escribía: "¿Qué hemos encontrado aquí? El cólera, los bandidos, la guerra civil, el hambre...; Nuestras residencias se han convertido en refugio de niños, viejos y viudas... Trabajamos en la huerta para comer, mendigamos, pero pocos son los días que logramos acostarnos habiendo acallado el hambre de nuestros estómagos... ¡Bendito sea Dios!". Su lema era: el amor de Cristo nos apremia.

CRIS dijo...

Efectivamente, yo coincido contigo...pero no sólo con los jóvenes, sino con muchos adultos que se han desmotivado y no encuentran alicientes para ir ni siquiera a Misa.

No hay que conformarse, estos testimonios, son la prueba.

Un abrazo

Anaroski dijo...

Hola preciosa:

Impresionante, los testimonios que mandan los misioneros, es un verdadero tesoro tener la suerte de compartir estas historias, y es que con buena voluntad todo se arregla y se supera, más hace el que quiere que el que puede.

Un beso guapa, que ultimamente te tengo muy abandonada.

Sergio dijo...

Las grandes cosas.. están precisamente en la sencillez!

ya lo decía San Juan Bosco.. hay que hacer extraordinario lo ordinario.

Y el mejor ejemplo está en este escrito.

Gracias por compoartírnoslo Lojeda.