miércoles, 25 de marzo de 2009

Confía y no pierdas la fe


Es difícil ver la mano divina en lo que parece desgracia… confía y sigue, que algo bueno te espera.

El único sobreviviente de un naufragio encontró refugio en una pequeña e inhabitada isla y cada día oraba fervientemente pidiendo a Dios que lo rescatara.

Así, diariamente revisaba el horizonte buscando ayuda, pero nunca llegaba.
Cansado de esperar, se dedicó a construir una pequeña cabaña para protegerse a sí mismo y sus pocas posesiones.

Pero un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hasta el cielo… Lo peor que había pasado, es que todo lo que tenía se había consumido entre las llamas.
Él, confundido y enojado con Dios, en medio de lágrimas decía:
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Por qué permites esta desgracia?.

Y se quedó dormido sobre la arena. A siguiente día, muy temprano, escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla… Finalmente venían a rescatarlo.

Cuando tuvo frente a sí a los marineros, les preguntó:
- ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?.

Y sus rescatadores contestaron:
-Vimos las señales de humo que nos hiciste….

Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos perder la paz en el corazón, porque Dios está preparando algo bueno para nuestras vidas, aún en medio de lo que reconocemos como penas y sufrimiento.

Recuerda, la próxima vez que tu pequeña choza se queme… Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de DIOS.

Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos: DIOS TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO.

Ciao.

2 comentarios:

Magicomundodecolores dijo...

Es difícil, pero cuando nos abandonamos a sus manos, vemos las desgracias desde otra óptica. A veces esperamos salvaciones o acciones de Dios como los judíos: esperaban a un Mesías con látigos o con fuego y por eso no pudieron verlo en Jesús, que era manso de corazón. Otras veces nos pasa com aquel cura que se subió al techo de la Iglesia, en una inundación y no quiso irse, aunque fueron a buscarle tres veces y él decía que esperaba a Dios. Pero al morir y llegar al cielo,se encara con el Señor porque no le ha salvado la vida. Entonces Dios le dice: qué esperabas, te envié tres rescatadores y los echaste??.
No siempre es fácil entender lo que nos depara la vida; pero gran parte de las cosas, si las analizamos, son más consecuencia de nuestras desiciones, que de otra cosa,Dios está atento y es el que nos sostiene cuando caemos.Yo lo veo así. Saludos y bendiciones.

lojeda dijo...

Gracias Marisela por tu comentario tan edificante.
Es verdad que nunca sabemos lo que Dios nos depara, pero yo soy de la opinión que la Fe nos ayuda a ver todo, de otra manera.
Muy educativa la historia del cura. Debemos confiar más en Él y menos en nuestra fuerzas y posibilidades.
Un beso grande.