domingo, 19 de julio de 2009
"Andaban perdidos, como ovejas sin pastor"...
Hace unos años, yo escribía unos cortos comentarios del Evangelio del Domingo para un programa religioso de COPE Jaén.
Hoy en la Eucaristía dominical, he recordado estos comentarios que tengo guardados, porque el Evangelio de hoy, es una lectura que me gusta especialmente, porque refleja nuestra realidad actual.
Hoy os traigo dicho comentario, porque quiero invitaros a reflexionar conmigo en esta tarde del domingo.
El comentario del que os hablo decía así:
"En el Evangelio de hoy, Marcos (cap. 6 ver. 30 al 34), encontramos como protagonistas a tres grupos de personajes y que, centran el Mensaje de la Palabra de hoy.
Por una parte, encontramos a los Apóstoles que llegaban de cumplir su misión. Cansados, son invitados por Jesús, para recuperar fuerzas, pero este descanso dura poco ¿Nos sentimos nosotros cansados de proclamar la Palabra? ¿Necesitamos descansar alguna vez?: Por otro lado, vemos a la gente que seguía a Jesús, porque sedienta de una palabra de Esperanza, esperaba ver en Él, un poco de luz.
Y por último vemos a Jesús, que mostrando esa sensibilidad que le caracterizaba ("Se le mueven las entrañas", nos dice el Evangelista) se compadece de la gente y los invita a acompañarle. Jesús ve la necesidad de la gente que le seguía y actúa dándoles las enseñanzas.
¿Qué veían en Jesús todas esas personas? Dice el Evangelio que "andaban perdidos, como ovejas sin pastor"...
¿No os da la impresión de que la historia se repite, y parece que este Evangelio está hablando de nosotros mismos?
Aún seguimos perdidos, "como ovejas sin pastor", porque a lo mejor, todavía no hemos descubierto a ese Jesús, que nos ha prometido siempre la paz y el descanso en Él, y que no llegamos a descubrir, por depositar nuestra confianza en otro líderes, en otros dioses o en otros mensajes, que solo nos traen la aparente felicidad que da el momento, pero que cuando recapacitamos en cuál es su contenido, vemos que no nos aporta nada nuevo.
Aún nos falta fe, para descubrir en la sencillez de las palabras de Jesús, la verdadera VERDAD, que nos hace libres, y que nos invita a apagar nuestra sed y la sed que el resto del mundo tiene de Él.
Este Evangelio nos debe animar a hacer al camino detrás de Jesús y como Iglesia de Cristo y comunidad de creyentes, debemos hacerlo presente en medio de nuestro mundo".
Ciao.
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