domingo, 19 de julio de 2009

Tu trabajo interior


El trabajo principal de todo ser humano es el trabajo interior.
Haz cada día algo significativo para ahondar en ti mismo.
Para obtener más de la vida, que verdaderamente deseas, primero debes ser más de lo que
verdaderamente eres.
Considera que tu vida es una fantástica escuela de crecimiento.
Cada cosa que experimentas, tanto las buenas como las difíciles y las malas, han llegado a ti para enseñarte una lección que necesitas aprender en ese período particular de tu evolución como persona.
Comprende esta verdad y no dejes de preguntarte qué oportunidad de crecimiento personal
representa una determinada persona o situación.
Esto es una gran fuente de paz interior. Sé fiel a ti mismo. La mejor vida es la vida auténtica.
Nunca te traiciones.Ten el coraje personal de presentarte al mundo tal como eres, sin caretas ni disfraces.
El mundo se enriquecerá de ello. Recuerda que cosechamos lo que proyectamos y recogemos lo que sembramos.
Nuestra vida exterior sólo es una imagen que refleja nuestra vida interior.Vierte la luz en tu lado oscuro y en el lado oscuro de los demás.
Sé consciente de las suposiciones falsas, de las creencias limitadoras y de los miedos que te impiden crecer.
Y cambiará tu mundo exterior.
No vemos el mundo como es, sino como somos nosotros queremos verlo.
Sabes que la verdad, en cualquier circunstancia, está filtrada por tu visión personal, por tu contexto personal, por tus circunstancias personales.
Limpia los cristales y limpiarás tu vida.Y verás entonces la verdad: Verás la luz.
Vive y mira dentro de tu corazón. Su sabiduría nunca miente. Sigue los silenciosos impulsos del corazón y te encaminarán en la dirección de tu destino.
Mantente en la curiosidad permanente acerca de la vida. Si entregas el control, crearás un espacio para que entren las posibilidades y fluyan los tesoros.
Cuídate. Haz cada día algo que te alimente la mente, el cuerpo y el espíritu.
Son actos esenciales de respeto y de amor por uno mismo. Construye conexiones humanas.
Dedícate a profundizar y agrandar los lazos con la gente que te rodea.
Concéntrate en ayudar a que otros cumplan sus sueños y ocúpate de servir desinteresadamente
más que a buscar tu satisfacción propia.
Estás aquí para enriquecer el mundo y te traicionas en cuanto olvidas esta verdad.
Deja un gran legado a los demás. El anhelo más profundo del corazón humano es la necesidad de vivir por una causa mayor que uno mismo.

Ciao.

2 comentarios:

Magicomundodecolores dijo...

Hay cosas que debemos entender: lo bueno o malo que hagamos, las personas mejores o peores que nos encontremos, las alegrías y trastezas, nos deben servir para crecer. Están ahí para eso, para que aprendamos de nuestros errores y triunfos, de nuestra verdadera anturaleza. Y es hablando con Dios quedamente, cuando lo entendemos, porque Él nos conoce tal y como somos y, a pesar de ello, nos ama.
Saludos y bendiciones.

lojeda dijo...

Gracias Marisela una vez más por tu precioso comentario.
Un beso grande