domingo, 26 de julio de 2009

La tardanza de Dios no es una negativa




“Señor, hazme amar lo que me mandas y luego mándame lo que quieras” (San Agustín)


Dios responde a todas las oraciones, aunque no siempre de la manera esperada. Rara vez Dios tiene prisa o está apurado, lo cuál se ve en su Creación.

Tarda en hacer un bebé, una flor, un árbol, o un atardecer, o incluso una brizna de hierba. No se puede exigir nada a Dios. Hay que esperar a que llegue el momento determinado por Él.

A veces Dios retrasa su respuesta a una oración hasta que hayamos aprendido algo que Él quiere enseñarnos.

O a veces espera hasta que se produzcan las condiciones propicias para el resultado que Él quiere lograr.

Como en el caso de aquel hombre de la Biblia que era ciego de nacimiento.Tuvo que ser ciego toda su vida para que todos lo supieran, y así, al llegar cierto día Jesús lo sanara prodigiosamente, y Dios fuese glorificado.

En ciertos casos, tal vez transcurran años, hasta que sepamos que Dios no nos respondió del modo que esperábamos, o cuando se lo pedimos, pero... el día llegará y sabremos que Dios actuó acertadamente.

¡Tenemos que esperar y confiar en el Señor!

La oscuridad mas densa es antes del amanecer, y la mayor desesperación ocurre justo antes de la salvación.

La más profunda desesperanza ataca justo antes de ser rescatado.

Por éso no dudemos, ni por un instante que Dios nos contestará.

¡Ya verás que lo hace! confiemos en Él, y demósle gracias por la respuesta, aunque no la veamos de inmediato.

¡Después nos alegraremos de haber confiado en Él!

Ciao.




2 comentarios:

Unknown dijo...

Me llamo Alberto y he leido ya un par de escritos tuyos.Me han gustado mucho y este de hoy es estupendo.Estoy de acuerdo completamente con lo que dices y como lo dices.¡Ojalá pudiese yo expresar, tan bien,lo que siento!Pero bueno, aquí estais vosotros.Saludos

lojeda dijo...

Gracias Alsu por tus palabras. He intentado entrar a tu blog y no he podido.
Un saludo