domingo, 31 de enero de 2010

¿Por qué nos enfadamos?


Solemos enfadarnos ante las cosas que nos suceden. Muchas veces creemos que tenemos razones para dar paso a ese efado.

Somos tercos, y la mayoría de las veces no vemos nuestros errores, al contrario creemos que actuamos bien, que no tuvimos nada que ver y que nuestro enojo es justificado por el mal proceder de los demás.

No hacemos nada por cambiar, ni tampoco creemos que un cambio pueda hacernos vivir mejor y sin embargo si nos detuviéramos un instante a observar lo que sale de nosotros y en lo que repercute ésto en los que nos rodean, podríamos darnos cuenta de que quedaron muchas cosas sin modificar, que nos hace falta cambiar y que enfadándonos sólo logramos gastar de una manera inútil las muchas energías que pueden ser utilizadas con fines más elevados e importantes.

¿Deseamos cambiar o solo pensamos en un cambio pero, no lo llevamos acabo porque nos autoconvencemos que así estamos bien?

Solo una día de nuestra vida puede ser el mejor ejemplo para poder analizar las respuestas del entorno a nuestras reacciones.

¿Cómo reaccionan los demás cuando nosotros les hablamos? ¿Cómo nos reciben? ¿Cómo toman nuestros enojos? ¿En qué tono tenemos nuestras conversaciones?

Si las respuestas no nos satisfacen, el indicador nos muestra que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar, de hablar y de expresarnos.

Ciao.

2 comentarios:

José Luis Carvajal dijo...

Me gusto muchísimo su blog, ¡felicitaciones! Lo invito a hacer click en mi nombre y visitar mi blog. ¡Bendiciones!

lojeda dijo...

Gracias José Luis por tu visita y palabras.
Pasa por aquí cuando quieras.
Un saludo