
¿Qué pasaría si Dios nos concediera ver nuestra alma tal cual es? Quizá sentiríamos una pena profunda al descubrirla tan llena de egoísmo, de maldad, de pecados. Quizá nos dominaría un sentimiento de terror ante tanta oscuridad, tanta miseria, tantas cobardías.
Pero si Dios nos concediera ver nuestra alma plenamente, en toda su pobreza y en toda su riqueza, descubriríamos también que está envuelta por un Amor inmenso, misericordioso, magnífico. Veríamos con claridad que Dios nos ama.
Nos ama, porque nos ha creado. Nos ama, porque nos ha redimido. Nos ama, porque conoce que somos débiles y pobres. Nos ama, porque quiere sacarnos del pecado. Nos ama, porque nos ha enseñado el camino del Reino. Nos ama entrañablemente, con amor de Padre, y por eso nos pide que también nosotros empecemos a amar a nuestros hermanos, con el mismo amor que Él nos da.
Debe ser una gracia maravillosa, descubrir que el Dios Amor, está en lo más profundo, en lo más íntimo de nuesttra alma, y que está por encima de lo más alto de nuestros pensamientos.
Lo decía San Agustín, y podemos experimentarlo cada uno si podemos ver, desde la luz del Espíritu Santo, nuestra propia alma.
Si Dios nos concediese ver nuestra alma tal cual es, le pediríamos simplemente que nos ayudase a fijarnos más en su mirada que en nuestras miserias, ¿Verdad?.Y que nos concediese también la gracia de poder susurrar, los días que nos queden de vida, a tantos corazones que están a nuestro lado, y que también ellos tienen en el cielo un Padre misericordioso que los busca, que los espera, que los ama.
Su mirada sostiene nuestros pasos. Su amor explica y da sentido a nuestra vida. Su verdad nos enseña el camino. Su misericordia perdona nuestros pecados. Su justicia nos pide acabar con nuestro egoísmo. Su paciencia salva muchas almas y nos pide un poco de paciencia y comprensión para con esa persona que nos ha hecho tanto daño...
Su Amor es el ejemplo de vida, que todos debemos seguir e imitar.
Ciao.
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