martes, 16 de noviembre de 2010

Oración a la Virgen de la Cabeza


El otro día, mi amigo Elías, tuvo que pasar por el quirófano para una intervención de varices, de la que gracias a Dios, ya se está recuperando, y la cual fue estupendamente.
Ese día, me fui yo a Andújar, pueblo en el que he vivido muchos años, y en que la Virgen de la Cabeza es su patrona, y a la cual tengo mucha devoción.
Cuando venía de ver a un amigo enfermo, motivo de mi viaje a Andújar, pasé por el Colegio de los Padres Trinitarios, muy querido para mí, porque en él estudiaron mis hijos durante 7 años, y en el cual yo fui presidente de la Asociación de Padres, durante 6.
Al pasar por la capilla, donde está la Virgen de la Cabeza, Iglesia del Colegio, un gran impulso y la nostalgia de haber estado allí tantos años, me hizo entrar a rezar por todos y en especial por mi amigo, para que se mejorara pronto.
Le hice partícipe de este acto en su muro de Facebook y esta fue su respuesta. Una preciosa oración a la Virgen que quiero compartir con vosotros hoy:

Ante ti, Santa María, Virgen de la Cabeza,
Madre de Dios y madre nuestra,
hemos venido tus hijos queridos a felicitarte
por las obras grandes que el Poderoso ha hecho en ti.
Tú, la joven de Nazaret, nos enseñas a gozar la alegría de vivir.
Tú, que te consideraste la humilde esclava del Señor,
que dijiste “sí” al plan de Dios en tu vida,
nos enseñas a ponernos confiadamente en las manos de nuestro Padre.
Tú, que serviste a Isabel, nos enseñas a servir a todos los hombres nuestros hermanos.
Tú, que proclamaste la grandeza del Señor, nos enseñas a alabar de todo corazón a Dios;
Tú, que nos diste a Jesús en Belén, nos enseñas a nosotros a alumbrar en nuestra vida la presencia de Cristo;
Tú, que buscaste y hallaste a Jesús en el templo, nos enseñas el sendero hacia el que es Luz del mundo;
Tú que guardabas todas las cosas en tu corazón, nos enseñas a meditar la Palabra de Dios y a ponerla por obra en nuestra vida.
Tú, la mujer atenta a las necesidades de los novios de Caná, nos enseñas a fijar nuestra atención en los más necesitados.
Tú, que seguías a Jesús, nos enseñas a tomar al camino de la verdad.
Tú, que estabas de pie ante la cruz de tu hijo, nos enseñas a no desesperar ante las dificultades.
Tú, que acompañaste a los apóstoles en los inicios del Evangelio, sigues hoy en el corazón de la Iglesia.
Gracias, Madre, por lo que en cada momento nos enseñas y nos das. Gracias por mostrarnos a Jesús.
Te pedimos que nos protejas, que guardes a tu pueblo, que veles por todos y cada uno de nosotros. Mira a los catequistas. Mira a los niños, a los jóvenes, a los novios, a los matrimonios, a las familias, a los ancianos, a los enfermos, a todos y cada uno de los que en ti han puesto su corazón y su confianza.
Y que a la hora de nuestra partida, gocemos junto a ti de la presencia de tu hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
AMÉN.

(Facundo López Sanjuán)

A los dos días de poner esta preciosa oración me comunica un amigo sacerdote mío, que él es el autor.
Se llama Facundo López Sanjuán y es párroco de la Parroquia de la Asunción de Martos.
Aquí os dejo el enlace la Parroquia, por si tenéis interés de conocerla.


Os dejo también la dirección de su blog personal, es muy interesante.




Ciao.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estima y querida amiga, no sabes la alegría que me he llevado con este hermoso post, han aflorado los recuerdos de mi año por tierras jienenses, menciono lugares que nunca olvidaré como Andujar y su virgencita de la Cabeza, Martos, Alcalça la Real, Ubeda, Baeza y sobre todo su capital... Jaén.
Te agradezco enormente tus oraciones por mi pronta recuperación, seguimos con la venda, haber si el jueves me quitan los puntos y pueden ponerme una media de conpresion fuerte.
Aquí estamos orando por tantas intenciones para que tengamos un mundo más humano y justo; y sobre todo orando desde la fraternidad por mi amiga del alma, lourdes "Lojeda".
Besiños.

Lola dijo...

Tengo un amigo muy querido por toda España,cómo sé que es religioso le mando esta oración con todo mi cariño.Para que en momentos de estrés no pierda la fe.