viernes, 21 de enero de 2011

La soledad y el Teléfono de la Esperanza


Es esta sociedad cada vez más aislada e independiente, las personas vivimos como islas, cada una en su casa, sin comunicación, y sin apenas saber, lo que pasan a unos pocos metros de su casa.

Cada vez, hay más personas, que viven en la soledad más absoluta, sufriendo las consecuencias que ello trae. Depresiones, tristeza, incomunicación, abandono...
Por mucho que intentemos solucionar este problema, siempre habrá alguien, que en un momento del día, se encuentre sola, o sienta la ausencia de alguien querido.

Dicen que la soledad elegida, es necesaria para encontrarnos con nosotros mismos. Lo malo es esa soledad obligada, la que sufren millones de personas, por la falta de familaires o de amigos, en qué apoyarse, pasan el día solas, sin tener nadie que las escuche.
¿Cómo podemos soluciar este problema?

Los medios de comunicación nos dan la oportunidad de desahogarnos, y hay varios programas, casi siempre de radio, que les permiten llamar a las personas, para que al menos por un momento, se desahoguen, contando todo aquello que les preocupa. Es una buena solución para esas personas que no tienen con quien hablar en todo el día, pero pensamos que no es la solución total.
Lo ideal sería, que todas estas personas, encontraran la forma de comunicarse diariamente, y que los amigos y familiares, nunca los hicieran sentirse abandonados ni solos.

En Jaén, ha nacido una preciosa iniciativa, promovida por la ONG Mensajeros de la Paz y La Edad Dorada, que es el TELÉFONO DE LA ESPERANZA.
Un teléfono, abierto las 24 horas del día, que intenta contribuir a la mejora de la salud emocional de las personas, poniendo al alcance de los ciudadanos un servicio cualificado y gratuito que les ayude a superar sus problemas.

Este teléfono, presta una ayuda personalizada, a toda persona que acuda a ellos con cualquier problema emocional, y especialmente, a las personas en situación de crisis individual, familiar o psico-social, espeecialmente dentro del mundo hispano-luso-hablante, que acude a ellos.

Este teléfono, atendido totalmente por personas voluntarias, atiende principalmente a solicitantes de ayudas por, o para asistencia de terapias personales, o en grupo.
Entre ellos, aparecen pequeños empresarios autónomos, parados de larga duración, maridos y esposas al borde de la ruptura, jóvenes enganchados a alguna adicción, personas sumidas en una depresión importante...

Como referencia de actuación tienen, el pasaje evangélico del buen samaritano, que es muy usado por los miembros del Teléfono de la Esperanza.
Aquel hombre tirado en el camino fue asistido por un samaritano, nunca bien visto por el pueblo judío. Además no pedía nada a cambio, sino que le curó y le llevó a la posada pagando al dueño de la misma.

Otro eje esencial de esta organización de servicio al hermano es la búsqueda de la curación emocional de todas las personas que acuden a sus ofertas de ayuda, algunas de las cuales al salir de su bache se ofrecen como voluntarios para dar lo que ha recibido gratis a otros en similares situaciones.

Desde aquí felicito a los voluntarios que en Jaén han conseguido traer el Teléfono de la Esperanza. Es un servicio que necesitaba esta tierra y sus gentes, y les deseo que Dios derrame su Espíritu para que realicen su misión de ayuda lo mejor posible.

El número de este teléfono es el 953 260 931.
Si algunos de los que me leen necesitan de este servicio, tened presente, que al otro lado de la linea telefónica, os está esperando la voz cercana de vuestro Ángel, que tratará de escucharos y consolaros.

Para más información pinchad en este enlace y os podréis informar de dónde están y de la labor que hace en todo el mundo:



Ciao.

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