
Los médicos han emprendido iniciativas con las que se quejan a sus respectivos colegios profesionales de haber ocultado el texto hasta su aprobación, y esquivar el correspondiente debate con los colegiados que marcan los estatutos
La Organización Médica Colegial (OMC) está recibiendo numerosas críticas y ha visto incrementarse el número de campañas por la aprobación del nuevo Código Deontológico Médico que restringe el derecho de Objeción de Conciencia de los propios médicos y es afín a las prácticas abortivas que propone la Ley del Aborto de la ex ministra Bibiana Aído.
El nuevo código contiene algunos artículos que dejan a los médicos en inseguridad jurídica en materia de objeción y que dan cobertura a prácticas que conducen a la destrucción de vidas humanasconsiderándolo como un acto médico. El código contiene aspectos positivos pero incluyen otros que son intolerables para numerosos sectores médicos. Por ejemplo, resulta polémico el hecho de que no se reconozca el derecho a objetar a las instituciones, que el objetor tenga que declarar su condición y que se le violente obligándolo a participar en los actos intermedios conducentes a la destrucción de vidas humanas, convirtiéndolo, de esta forma, en una pieza más de una maquinaria.
En este sentido, la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho de Objeción de Conciencia (ANDOC) ha denunciado en un comunicado que el código fue aprobado por la Organización Médica Colegial, “en ausencia de publicidad y participación de los colegiados”, y cuando se esperaba su discusión para el mes de septiembre.
“El procedimiento elegido ha sido secretista, oscurantista y obstruccionista de los derechos de los colegiados, por lo que aquellos que se sientan perjudicados podrán hacer uso de su derecho a la queja y denuncias consecuentes si no son las quejas debidamente atendidas”, ha afirmado.
El artículo 32.2 del código denunciado por ANDOC, reconoce que “la objeción de conciencia del médico es un presupuesto imprescindible para garantizar la libertad e independencia de su ejercicio profesional”. Sin embargo, limita este derecho al señalar que “no es admisible una objeción de conciencia colectiva o institucional”.
Otra iniciativa surgida contra este nuevo código médico incita a que cualquier ciudadano presente quejas ante OMC por la tramitación del texto a través de una ventanilla ciudadana que tiene abierta en su página web esta institución.
Los promotores de esta iniciativa afirman que es necesario “hacer algo”, ya que “si nos callamos y no nos quejamos dónde y cuándo debemos no podremos apelar a instancias superiores”, ya que el Tribunal de Estrasburgo requerirá para abrir un proceso que se iniciara un defensa como la que propone la iniciativa.
Los promotores se aferran para impulsar la campaña en que los Presidentes de los OMC “han metido la pata porque no han respetados la legalidad de los procedimientos administrativos, esto los hace vulnerables ante la ley y nos da la ocasión asir la presa con fuerza”.
“Es casi una obligación moral defendernos, defender el derecho a vivir y la dignidad de la profesión frente a políticos y burócratas de la medicina. Por ello debemos plantear quejas en todos los colegios españoles”, concluyen, por eso invitan a que “en todos los colegios se reciban quejas”.
Médicos de Granada, punta de lanza
Algunos médicos de Granada fueron de los primeros en reaccionar en esta batalla por la dignidad del médico y en defensa de los derechos civiles de los profesionales del sector.
Esta ha sido la respuesta de los mismos médicos que antes se mostraban reacios a la legalización del aborto y que ahora se siguen mostrando contrarios y no están dispuestos a aceptar el cambio de registro que ha decidido dar su órgano colegial en nuevo código deontológico de la profesión.
Juan Francisco Jiménez Jacinto
Ciao.
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