jueves, 11 de agosto de 2011

20 Valores que harán de tu hijo un ser valioso



Si Explotas El Niño Que Hay En Ti, Sabrás qué tan valioso eres.

Recuerda y analiza tus valores:
1. Empatía:
Es la capacidad de entender y asumir el papel de otra persona. Es meterse en los zapatos de otro para ser capaz de comprender y reconocer sus emociones.
A los tres años un niño ya puede sentir empatía. Por ejemplo, cuando alguien se hace daño recuerda la experiencia que él vivió y lo que sintió y sale en su ayuda.
A los niños que tienen un vínculo sólido con un adulto les es más fácil sentir empatía hacia los demás.


2. Colaboración:
Es lo que comúnmente se conoce como ser servicial. Eso significa dar sin pedir nada a cambio.
Para poder entender la importancia de ayudar a otra persona, un niño debe aprender a ponerse en la situación de ella.
Un niño que es servicial comprende realmente que las necesidades de los demás deben ser tenidas en cuenta tanto como las suyas.

3. Justicia:
Es ir más allá de los acuerdos y reglas para considerar qué es lo mejor para todos.
Los niños que son justos deben creer que las necesidades o deseos de los demás deben ser tenidos en cuenta al mismo tiempo que los suyos.
También debe importarles el bienestar de los demás y deben haber superado su tendencia al egoísmo.

4. Tolerancia:
Es la capacidad para entender y soportar tanto a las otras personas como a las actividades que éstas realizan.
Es poder aguantar la frustración que a menudo acompaña las tareas difíciles.
Para que los niños sean tolerantes deben aprender a comprender la posición de otra persona, sus diferencias y sus similitudes.

5. Consideración:
Es poder mostrar interés por los demás, y eso significa tener la capacidad de pensar en sus necesidades y sentimientos.
Un niño que es considerado se preocupa por el bienestar del otro y no le importa aplazar sus propias necesidades y gustos.

6. Valor:
Es tener coraje y valentía ante cualquier situación. Es ser capaz de enfrentar las provocaciones y nos desfallecer ante un obstáculo.
Un niño necesita valor para aguantar las bromas y disgustos que le causan los demás, para correr riesgos razonables, para admitir sus errores y para luchar por sus convicciones.

7. Humor:
Es la capacidad de estar siempre, o por lo menos en lo posible, en buena disposición para hacer cualquier cosa. Es poder reírse de la vida y gozar con los pequeños detalles.
Para que los niños tengan buen humor deben tener una visión creativa de la vida y deben creer en sí mismos.

8. Respeto:
Es la capacidad de preocuparse por los derechos de los demás, incluso cuanto éstos infringen los de otros. También es tener consideración por los sentimientos de las otras personas.
Para que un niño aprenda a respetar a los demás, debe ser respetado por sus padres y por quienes lo rodean. Ellos son los encargados de enseñarle a que se respete a sí mismo.

9. Lealtad:
Es la capacidad de comprometerse con el bien del otro, así eso signifique hacer sacrificios.
La lealtad implica aprender a preocuparse tanto por las personas como por los compromisos que se asumen con ellas.
Una persona leal cumple las promesas que hace y es fiel a una causa.

10. Cortesía:
Es la capacidad de ser atento y considerado con los demás. De pensar en sus necesidades, sentimientos y deseos.
Un niño cortés es amable y por ello con seguridad será tratado de la misma forma.

11. Paciencia:
Es la capacidad de sufrir, sin perturbación de ánimo, los infortunios y trabajos. Es poder esperar con tranquilidad y calma algo que está por llegar.
Para que los niños tengan paciencia deben aprender a aplazar sus deseos, tolerar las frustraciones y entender que no siempre podrán obtener lo que desean.

12. Recursividad:
Es la habilidad o talento para inventar cosas o para encontrar los medios necesarios para resolver dificultades.
Los niños pueden aprender las primeras lecciones sobre cómo resolver problemas y cómo encontrar los medios desde la edad preescolar, porque en esta época es cuando se encuentran con la realidad.

13. Serenidad:
Es la capacidad de ser conciliador con los demás, de mantenerse tranquilo y en paz con los otros.
Una persona serena no es inclinada a la discordia o discusiones.
Para que un niño sea conciliador, debe tratar de entender las necesidades y deseos de losdemás.

14. Independencia:
Es tener entereza y firmeza de carácter para decidir por sí mismo qué es bueno y qué es malo, qué se hace y qué no, y para disfrutar de actividades que sean autogeneradas.
Los niños independientes son movidos por fuerzas internas y no por las que ejerce el entorno.
Para que un niño aprenda a ser independiente es recomendable que tenga acceso a actividades poco costosas que estimulen su imaginación y creatividad.

15. Motivación:
Es la fuerza interior que mueve a una persona para realizar algo que desea.
Un niño motivado tiene un conjunto de reglas y límites para obrar.

16. Responsabilidad:
Es tener sentido del deber, es estar consciente de las obligaciones y obrar de acuerdo con ellas.
Para que un niño sea responsable debe ser capaz de sentir y entender lo que los otros sienten, debe aprender que antes de hacer o decir cualquier cosa tiene que pensar en los resultados y efectos que eso puede causar.

17. Honestidad:
Es ser incapaz de defraudar o engañar a alguien o de tomar una cosa ajena.
Para que los niños entiendan la honestidad tienen que aprender a preocuparse por no desilusionar a sus padres y por no respetar los derechos de los demás.

18. Seguridad:
Es la capacidad para inspirar confianza en los demás.
Un niño aprende este valor cuando se preocupa por sí mismo y por los demás y hace todo lo posible e imposible para cumplir con sus promesas.

19. Disciplina:
Es la capacidad para autocontrolarse y cumplir con los deberes y las metas.
Un niño disciplinado actúa a partir de un marco de referencia interno y no motivado por un agente externo (padre, profesor, niñera), es capaz de decidir cuales son los límites de su comportamiento y el de los demás. Además, puede renunciar a una satisfacción o placer en aras de un bien mayor.

20. Cooperación:
Es actuar o trabajar con otros para un beneficio común.
Y es, en últimas, el resumen de los anteriores valores.
Un niño que se comporta con honestidad, respeto y empatía, por ejemplo, colaborará con los demás porque los respeta, puede ponerse en su lugar y los trata con justicia.

Nosotros, padres, profesores y adultos en general debemos entender que con nuestras actitudes y acciones hacemos que los niños entiendan y aprendan o no, los valores que necesitan para convivir con los demás.

Para que tu seas un ejemplo para sus hijos seguir estos consejos:

1.- No emplees castigos cuando los niños no respondan como esperas.

2.- No exageres en sus reacciones ante los comportamientos inapropiados de los pequeños.

3.- No resuelvas TODOS los problemas de tus hijos.

4.- Evita hacerles lo mismo que ellos hicieron a las personas que ofendieron o trataron mal.

5.- Evita avergonzarlos o humillarlos.

6.- No los sermonees.

7.- Evita recordarles que deben hacer sus tareas. Así sentirán las consecuencias de su descuido.

8.- No les des recompensas materiales.

9.- Evita transmitirles tus prejuicios sobre las personas y las cosas.

10.- No los rescates del fracaso. Motívalos a superarlo.

11.- Evita rendirte ante el lloriqueo.

12.- No permitas que digan “no soporto…”

13.- Evita perder la serenidad ante una crisis.

14.- No resuelvas ni intervengas en los conflictos de tus hijos.

15.- Evita aplazar las obligaciones de tus hijos.

16.- No digas “tú hiciste…” porque con frases como estas acusas al niño de obrar mal. Cuando tus hijos muestren falta de empatía, por ejemplo, lo mejor es utilizar frases con sujeto yo: “Me siento mal por causa de las peleas entre vosotros dos”.

17.- Evita acosar a los niños para que hagan las tareas asignadas.

20.- Evita elogiar al niño, elogia SU COMPARTAMIENTO. Al elogiar su comportamiento le ayudas a comprender que el comportamiento es lo importante y no el ser un niño bueno o malo.

Ciao.

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