viernes, 12 de agosto de 2011

Factores esenciales para la impregnación de valores en la vida familiar



La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se puede aprender los valores morales, comenzar a honrar a Dios y a usar bien de la libertad.
La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad. Al mismo tiempo, la familia es educadora en la fe, en los valores y virtudes; escuela del amor y del compromiso.
“La familia TRANSMITE LA FE cuando cree, ama y espera”. “La familia, como la mejor escuela de oración y de vida”.

Al respecto, Alfonso López Quintás mencionaba "Que para dar primacía voluntariamente a unos valores sobre otros, necesitamos suscitar en nuestro ánimo desde niños el sentimiento de asombro ante todo lo que encierra un valor. El clima hogareño de amor incondicional y ternura, un bello paisaje, un pueblo acogedor, una obra artística o literaria de calidad, un juego vivido con espíritu creativo, una conversación ingeniosa, un día espléndido, una acción noble, una fiesta popular o litúrgica vivida con autenticidad... Esta capacidad de emocionamos al ver la alta calidad de seres y sucesos cotidianos nos da energía interior suficiente para vencer la tendencia a las ganancias inmediatas y consagrarnos a la fundación de modos de unión más exigentes.
Los valores, las buenas costumbres, los principios éticos, se entienden y asimilan mejor cuando se basan en la práctica diaria y en el trato con otras personas, especialmente en el ambiente hogareño. Es decir, la influencia de los padres de manera directa en sus hijos y los abuelos indirectamente puede ayudar a la tarea de educar a los nietos."

Sor Carmen Patiño Jaramillo, menciona dos aspectos importantes en relación al fortalecimiento de la enseñanza de los valores desde el hogar; lo cual ayudaría a fortalecer las relaciones humanas entre los miembros de la Familia, para una mejor convivencia, así tenemos:

a) El ambiente que debe haber dentro de la familia.
• Una participación adecuada, una relación basada en el amor y cariño.
• El saber escuchar, que permita un ambiente cálido promoviendo el crecimiento personal de cada integrante.
• Contar con todos a la hora de tomar decisiones.
• Formarse en el buen uso de los medios de Comunicación.

b) Comunicación entre todos.
• Necesidad de conversación diaria entre padres e hijos.
• La casa no es solo un lugar de descanso sino también el hogar es el centro de alivio de tensiones y un lugar de encuentro.
• Es importante conversar con los niños desde pequeños, escucharles, expresar lo que sentimos por ellos y de manera especial educar con el ejemplo.

¿Por qué educar en valores esenciales a los niños y jóvenes durante el desarrollo desde el mismo ámbito familiar?

Es verdad que los educadores tienen la responsabilidad de formar al ser humano, pero no lo es todo, porque necesita primero del apoyo primordial y fundamental de la familia, que tiene la tarea de orientar, educar, formar e impartir su propio ejemplo desde el amor y desde la vivencia de valores y virtudes; es decir, la función primordial de la familia, es la de ayudar a los hijos integralmente, a ser verdaderas personas de bien. De esta manera, surge el interés de educar en valores primordiales como:

Educar la voluntad.
• Hacerlos responsables de sus propios actos. Concienciarlos para que luchen por unos fines nobles, incluso dejarles que fracasen de vez en cuando.
• Deben aprender a resolver sus problemas.
• Responsabilizarlos de determinadas tareas. (Poner la mesa, ordenar la habitación, limpiar el baño, cuidar a los hermanos menores, regar las plantas).
• Hacerles comprender que deben aceptar y respetar las normas familiares.
Es importante sugerir que recursos puede utilizar la Familia para la consecución de la educación de la voluntad.

a) Esfuerzo motivado:
– Estimular y premiar.
– El esfuerzo prolongado merece premiarse.
– Se debe motivar y recompensar por el esfuerzo más que por los resultados.
– Tampoco se debe abusar de las recompensas materiales. (Juguetes, dulces, dinero).

b) Disciplina.

c) Educar desde un ámbito más personalizado.
Educar en el esfuerzo

- En el momento actual la comodidad, el bienestar, el placer eliminan el esfuerzo.
- La Familia debe potenciar el esfuerzo.
- Inculcar en los hijos que pocas cosas de valor se consiguen sin esfuerzo.
Educar en el orden
- Desde muy pequeños se les debe acostumbrar a colocar las cosas en su sitio.
- Los padres deben tener paciencia para dar a sus hijos el tiempo que necesitan para ordenar sus juguetes, habitaciones, etc.
Educar en la sinceridad.
- Se debe enseñar a los niños desde pequeños a decir la verdad siempre, aunque esto traiga contratiempos.
- Ayudarles a que se conozcan más a sí mismos. (Que reflexionen interiormente).
- Enseñarles a discernir entre lo principal y lo secundario.
Educar en el amor hacia los demás.
- En nuestra sociedad es difícil porque cada uno busca su comodidad, dinero, buena vida.
- Hay que enseñarles a salir de sí mismos y hacerles comprender que fuera de ellos hay mucha gente que sufre. (Niños, ancianos, enfermos). Es necesario prepararlos para la generosidad.

Educar en la tolerancia.
- Valor clave en la convivencia familiar.
- Consiste en el reconocimiento de las diferencias y la diversidad de los demás.
- Potenciar el diálogo y el consenso.
Educar en la trascendencia.
- Enseñarles a los niños la bondad, el perdón, la belleza espiritual, en la generosidad frente a los demás.
- Formar en la amabilidad, en la alegría y en la humildad, de manera especial que aprenda amar en libertad.
En la educación de los valores, la familia está llamada a recuperar su tiempo y espacio para cumplir con la responsabilidad de padres, educadores y compartir cada uno de los momentos que les ayude a crecer juntos. Les invito a hacer de su hogar un nido de amor, donde cada miembro done lo mejor de sí mismo, para convertir sus vidas en una ofrenda de amor y esperanza.

Roberto Carlos Cuenca.

Ciao.

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