lunes, 8 de agosto de 2011

A ti, TROLL miserable



Siempre me he preguntado, el porqué de esas personas anónimas que escriben comentarios en los blogs, insultando y atacando a la persona que escribe el post.
Siempre me ha parecido una cobardía, porque cuando se visita un blog podemos hacerlo por dos motivos:
1.- Porque nos gusta el blog, y somos visitantes asiduos, y muchas veces llegamos a ser verdaderos amigos de los autores de los post y en ese caso lo vistamos y le dejamos nuestro comentario de felicitación y hasta le manifestamos nuestro cariño.
O tal vez,
2.- Porque buscando un tema en Internet, nos sale ese blog y entramos en él. Ahí pueden pasar dos cosas:
Que nos guste, o que no nos guste. Si nos gusta, le solemos dejar un comentario de felicitación, y si no nos gusta, pues pasamos de él y nos salimos de la página.
Ésto es lo que por lo menos yo hago. Puede ocurrir un tercer caso, y es que no estando de acuerdo con el post que estoy leyendo, le deje mi comentario de una forma correcta, mostrándole mi desacuerdo con lo que leo y punto.

Pero hay una tercera clase de visitantes blogueros, que son los que van de página en página, ocultándose bajo el anonimato, insultando todo lo que leen, sin importarle para nada los calificativos que en ellos dejan a los demás comentaristas.

Todo este rollo viene a colación con la historia que le está pasando a una querida amiga mía, que lleva dos años aguantando los insultos de una persona "indeseable", que mandado por el Psoe, se dedica a entrar todos los días en su blog, con la única intención de insultarla y de isultar a los que hemos comentado alguna vez.
No es la primera vez que nos pasa. Ya en otras ocasiones, hemos tenido que "ir al rescate" de otros amigos, porque han sufrido los mismos ataques.

Me fastidian estas situaciones, porque cuando nos lanzamos en un proyecto como éste, normalmente los hacemos para compartir nuestas inquietudes, nuestros pensamientos, nuestras creencias, etc. con nuestros amigos y la gente que de buena fe nos visita.
Está la libertad de visitarlo o no, así que nadie se puede molestar, si yo en mi blog, "mi casa y la de mis amigos", escribo lo que quiera.
Si no le gusta, como yo no lo he invitado, que se vaya. Lo que no consiento es que vengan a insultarme o a darme lecciones de nada.

Pues esto le está pasando a mi amiga. Este impresentable socialista, entra todos los días y se encarga de insultarla, de reírse de sus publicaciones, intentando darle lecciones, yo diría intentando aleccionarla, con las doctrinas sectarias que su partido le dicta.

Y yo me pregunto... ¿En esta vida, vale todo? ¿Nuestra libertad, nos da derecho a insultar a toda la persona que no es de nuestro agrado?
¿Cómo un partido político, puede ser tan bajo y tan rastrero que alecciona a sus militantes, para que vayan isultando a todo el que no es de su pensamiento político?
En este caso que os comento, el "impresentable", está localizado y seguidos sus pasos, porque no es solamente el blog de mi amiga el que ataca. Se ha dedicado en entrar en varias páginas del PP con la única misión de fastidiar.
Un troll en toda regla.

Dejádme por favor que os ponga la definición y las intenciones de esto cobardes.

"Un «troll» de Internet es el (normalmente es un él) que siente placer al sembrar discordia en Internet. Intenta iniciar discusiones y ofender a la gente.
Los trolls ven los servicios de comunicaciones de Internet como lugares
adecuados para su extravagante juego. Por alguna razón, no «captan»
que hieren a gente real.
Para ellos, los demás usuarios de Internet no son del todo humanos, sino una especie de abstracción digital.
Como resultado, no sienten ningún tipo de pena por el dolor que infligen.
De hecho, cuanto mayor sea el sufrimiento que causan, mayor es su logro
(tal y como lo ven ellos). De momento, el relativo anonimato de la red
permite que florezcan los trolls.

Los trolls son completamente insensibles a las críticas (constructivas
o no). No puedes negociar con ellos; no puedes hacerles sentir
vergüenza o compasión; no puedes razonar con ellos.
No se les puede hacer sentir remordimientos. Por alguna razón, los trolls no sienten que estén obligados a seguir las normas de cortesía o responsabilidad social.
Quizás esto suene inconcebible. A lo mejor piensa «Sin duda habrá algo que pueda escribir que les haga cambiar». Pero un auténtico troll no puede ser cambiado mediante meras palabras.

En fin amigos. Hasta aquí mi reflexión y mi experiencia sobre lo que he vivido estos días.
Como en otras ocasiones, os hago partícipes de algo que es actualidad, y que si lo reflejo aquí, es para que os pueda ayudar si alguna vez pasáis por esta experiencia. Espero coomo siempre que os sea útil.
Permitidme que desde aquí, le de todo mi apoyo a esta querida amiga.

Ciao.



6 comentarios:

Santiago José López Borrazás dijo...

Hola 'lojeda':

Hay de todo, ya sabes. Que para los gustos que hacen 'algunos', pues hacen la vida imposible. Pero mejor no hacerles ni caso y, de ahí, se cansarán en cuanto llegue el momento en que se cansen de seguir poniendo 'sus' cosas.

Slds...

lojeda dijo...

Tienes razón, Santiago. Llegan a ser muy pesados, pero lo mejor es ignorarlos.
Gracias por tu visita. Un saludo

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus palabras amiga mía, yo creo que este ya no molesta más al menos en una buena temporada. Gracias de todo corazón. Un besote grandote.

lojeda dijo...

De nada, amiga del alma. Para eso estamos. esperemos que nunca más nos necesitemos para estas historias desagradables. Un beso grande

Ángel dijo...

Buenas tardes Lourdes, aquí de nuevo, estoy de acuerdo hay mucho desgraciado que pierde el tiempo pensando que pueden hacer daño, yo me rió y paso, deben de tener poco que hacer.

Nos hemos paso por Beas de Segura este verano un día con tus cuñados y nos ha gustado mucho.

Un abrazo

lojeda dijo...

Hola Ángel, me alegro que hayáis disfrutado y conocido nuestro precioso pueblo.
En cuanto a lo de estos impresentables que se dedican a ir haciendo comentarios ofensivos, como bien dice Santiago, lo mejor es no hacerles caso, porque cuando más se les responda, más se divierten, pensando que hemos entrado al trapo y así disfrutan.
Mi amiga le contestaba correctamente, y eso le dio pie para seguir atancándola en cada cosa que escribía.
Como ya estaba harta, por eso salimos unos cuantos amigos al rescate,y cuando alguien salió y dio sus datos, se le han acabado las tonterías.
En el fondo son unos cobardes, pero que pueden llegar a hacer mucho daño.
Un abrazo fuerte.