sábado, 4 de febrero de 2012

Shakespeare y el aborto




Me manda un amigo este texto interesante para reflexionar, leído en Alfa & Omega de esta semana. Una reflexión que nos hace ver claramente, la manera que tienen algunos colectivos al hablar del aborto, disfrazando sus efectos secundarios., y la mella que puede llegar a hacer en las mujeres que han abortado alguna vez.
Hay cosas que la podrán borrar, pero la carga de haber abortado, nunca se la quitarán de encima. Solo Dios puede aliviar su tremenda culpabilidad. Solo Él es el dueño de la vida.


Hace poco que he visto Macbeth, de Shakespeare. La figura de Lady Macbeth tiene cierto paralelismo con una mujer que aborta. Lady Macbeth, tras asesinar al rey y verse las manos llenas de sangre, dice: «Un poco de agua nos librará de esta acción». Como si no hubiera ocurrido nada grave.
Continúa la obra y, en el acto V, Lady Macbeth está atormentada; se restriega las manos continuamente para borrar las manchas y dice: «Todavía sigue aquí el olor a sangre; todas las fragancias de Arabia no perfumarán esta mano». Su final es trágico.
Una mujer que aborta atraviesa las dos primearas fases, de la tercera se puede librar si su remordimiento se convierte en arrepentimiento, y pide perdón a Dios, que es el dueño de la vida y de la muerte.
Debemos ayudar a quien se encuentre en semejante situación.

María Bello (Madrid)

Ciao.

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