jueves, 7 de junio de 2012

Lucha por tu familia... y por la de alguien más




Hace años, en la reserva ecológica más grande de Sudáfrica, hubo exceso de elefantes.
Los encargados decidieron tomar a trescientos elefantes machos y separarlos de sus padres y demás elefantes adultos. Los «huérfanos» fueron llevados a otro parque nacional, donde el rinoceronte imperaba como «rey del parque». El rinoceronte no tiene enemigos naturales. No tiene depredadores, ni siquiera el león, el tigre o el oso.
El rinoceronte es demasiado fuerte para eso y por lo tanto los cuidadores de la reserva pensaron que no habría problemas al mezclar a los elefantes con los rinocerontes.

Pero al poco tiempo empezaron a encontrar rinocerontes muertos en el parque. No podían entender qué estaba pasando, por lo que instalaron cámaras de vigilancia. Se sorprendieron al ver que los elefantes jóvenes, los que ya no tenían padre o madre, habían formado pandillas y atacaban con mucha violencia a los rinocerontes.
Ni siquiera está en el instinto que Dios les dio el impulso de actuar de esa manera, pero la falta de influencia materna y paterna hizo que se diera ese extraño y fatal fenómeno.

Creo que algo similar acosa y amenaza a nuestros hijos. La razón por la que se meten en problemas muchas veces puede rastrearse a la falta de modelos positivos en sus vidas.
No tienen quien declare bendición sobre ellos, quien ore sobre ellos. No tienen figuras paternas y muchos ni siquiera tienen figuras maternas positivas y saludables.
Eso no significa que sean chicos incorregibles. Sencillamente, es un hecho que los niños sin guía paterna a veces hacen cosas que de otro modo no harían, de estar papá y mamá presentes.

Tenemos la responsabilidad de llegar a esos niños que no tienen figura paterna ni materna.
Quizá puedas ser mentor o mentora de un joven o de una chica adolescente. Si realmente quieres recibir bendición, no luches sólo por tu familia.
Pelea también por la de alguien más. Cubre la brecha de esa madre soltera, de ese padre que cría solo a sus hijos. Cuando llevas a tu hijo a jugar a la pelota, lleva también a ese otro niño que no tiene figura paterna. Haz lo mismo con otros niños y niñas.
Ayúdalos a descubrir su identidad.

(Basado en el libro "Lo Mejor De Ti" por Joel Osteen)

Ciao.




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