domingo, 2 de septiembre de 2012
¡Uf, qué ajetreo!
¡Cuántas cosas tienen que hacer los padres cada día, para cumplir con todos sus deberes!
El trabajo, recoger a los hijos del colegio, la compra, la comida, la casa… Y además sin poder llegar tarde y casi sin tiempo para respirar, ¡Menudo ajetreo!
Sin embargo Jesús nos dice "que Él es nuestra paz".
Pero debemos de acoger sus palabras en medio de ese ajetreo: Su paz, su Palabra, su consuelo, su apoyo… Debemos de pararnos un poco para que Él nos alcance, porque con tanta prisa es imposible alcanzar el silencio necesario para encontrarnos a solas con Él, y abandonarnos en esa paz que nos promete.
Toda la familia debe colaborar en los trabajos caseros, para que ese gran trabajo que hacen los padres sea más llevadero.
Entre todos debemos de colaborar para que llegue la Paz de Jesús a nuestra casa.
Podéis pedirle a Jesús en vuestra oración que Él os ayude. ¿Qué os parece?
Ciao.
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