jueves, 1 de noviembre de 2012
Halloween y pedofilia
Ya he comentado en otras ocasiones y cuando se acerca la celebración de los días de Todos los Santos y la Festividad de los Difuntos, la manía personal que le tengo a la celebración de la fiesta de Halloween.
Me parece una forma de olvidar las grandes fiestas que en nuestra Iglesia Católica celebramos esos días, aunque pienso que el recuerdo de todos esos santos anónimos y a nuestros queridos difuntos, debemos llevarlos en el corazón todos los días del año.
Casualmente he encontrado este artículo sobre esta fiesta, cada vez más extendida en nuestra sociedad española, que nos aclara de una manera muy sencilla, lo que significa esa fiesta, y el daño que puede hacer en nuestra sociedad.
Año tras año, a pesar de las voces en contra y de las macabras crónicas y estadísticas, se va imponiendo en los ambientes infantiles la denominada celebración de Halloween.
La irrupción de esa alienante celebración importada, es alentada por muchos, sin profundizar en las consecuencias espirituales y morales de esta festividad, incluso en escuelas y colegios donde permiten que sus alumnos la organicen dentro de sus ambientes, conceden su anuencia para no ser tratados como “fanáticos”, “retrógados”, y otros epítetos tendentes a sepultarlos en un vergonzoso silencio, ya que hoy en día la mercadotecnia hace posible que esta festividad sea vista como un simple juego infantil.
Mientras los católicos olvidamos que el 1 y 2 de noviembre celebramos la solemnidad de Todos los Santos y la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, las fuerzas que mueven Halloween irrumpen cada vez más y debilitan la civilización cristiana, ante la lenta reacción –en este tema- de nuestros cuadros eclesiales llamados a una Nueva Evangelización, con renovados ardor, métodos y expresión.
Mejor prevenir que lamentar enseña la sabiduría popular. Entonces, ¿Halloween es una moda, una celebración divertida, o incluso algo inocente e inofensiva?
Quizás sea así, para quienes la ven superficialmente, pero Halloween tal como se lo plantea y practica hoy en día, en y desde aquellas culturas donde ha ido tomando auge en las últimas décadas no es eso, es mucho más que eso, es peor que eso.
El Padre Eddie De Pasquali, en su libro “Halloween una transculturización inmersa dentro del satanismo” afirma:
“Halloween es una festividad que realizan los satanistas, los ocultistas y todo aquel que rinde culto al diablo, esta festividad significa el comienzo de un nuevo año para el ejercicio de la brujería.Todos los rituales terminan en perversiones heterosexuales y homosexuales, prácticas de hechicería y sacrificios de niños, bebiendo posteriormente la sangre de estos y comiendo su carne para obtener así más poder diabólico en sus hechicerías y brujerías y reconocimiento ante los demás”.
Dicho de otra forma, el satanismo, y aún más, la industria promotora del ocultismo, hacen de las suyas aprovechando esta circunstancia y promoviéndola por toda clase de medios. La artimaña favorita del diablo es mimetizar lo más nocivo aparentando ser inofensivo.
No es posible negar lo obvio. Halloween es un aliado incondicional de ciertos géneros de música que incentivan las drogas, alcoholismo, impudor, violencia, suicidio y rebeldía, a lo que fácilmente se suma el culto satánico que realizan fervorosos o desprevenidos seguidores. Los especialistas indican que los jóvenes adictos al rock, el reggaetón y similares escuchan esa música entre 4 a 6 horas por día.
Y en ese arco ocultista y diabólico, hay también una estrechísima relación entre Halloween y “la escandalosa gran cantidad de niños infantes y gatos negros desaparecidos que se reportan alrededor de ese día”.
“Halloween es realmente una festividad sagrada para los grupos satánicos. Es cuando celebran ritos de iniciación y consagración de nuevos miembros, sus rituales de ese día incluyen además de consagraciones a Satanás, abusos sexuales, derramamiento de sangre y sacrificios humanos”, y asimismo “el incremento de crímenes de culto, es decir, asesinatos sangrientos relacionados con prácticas y rituales satánicos y esotéricos… sí, ese día muchos niños serán violados, se abusará sexualmente de ellos, arrancándoles de todo… de su personalidad, de su libertad, de sus familias, sometiéndolos a sacrificios horribles, incluso la muerte” (Halloween, Margarita Genters).
El lucrativo negocio internacional de la pedofilia es un mal que va incrementándose a pasos de gigante. Según los expertos y la Policía, con Halloween la pedofilia va en aumento.
Se interelacionan y aúnan intereses anticatólicos que propalan informaciones calumniosas y manipuladoras con la evidente intención de desprestigiar a la Iglesia y restarle autoridad.
Mucha de la información se centra en casos de pedofilia o efebofilia, desdeñando los esfuerzos y avances concretos de la Iglesia, de tolerancia cero con la pederastia, pero tolerancia cero para todos.
Que todos, hagan como la Iglesia misma lo está haciendo, ya que se olvida frecuentemente que la mayoría de los predadores infantiles provienen principalmente de los círculos más cercanos a los niños.
Detrás de la pedofilia no solamente hay fines sexuales, también hay razones esotéricas. Los ocultistas consideran que los niños pueden proporcionarles “energía pura”. Y también hay maldad, encubierta de golosinas, ya que se han reportado casos de envenenamientos con agujas, drogas, navajas que insertan dentro de los dulces.Una fiesta maligna con disfraz de fiesta infantil, que si hoy la aprobamos por diversión mañana lo será por convicción.
Consecuentemente la acción evangelizadora de la Iglesia, ante los crecientes desafíos que nos presenta la realidad presente, debe ser no solo de denuncia de estos males y de estas alienaciones, debe ir también acompañada de acciones concretas, “edificar una nueva línea Maginot”como diría, el Beato Juan Pablo Magno.
Germán Mazuelo-Leytón
http://www.agendum-contra.blogspot.com.es/2012/10/halloween-y-pedofilia.html
Ciao.
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