jueves, 16 de mayo de 2013

¿Porque tanta pobreza?



Cada año hay un día internacional de la pobreza.
El año 2000  189 Jefes de Estado y de Gobierno firmaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en la Asamblea de las Naciones Unidas, como un primer paso para eliminar el hambre y la pobreza.
Entre estos se comprometían a “reducir la pobreza extrema y el hambre a la mitad...”. Los Jefes de Estado y de Gobierno se deshacen en palabras retóricas alabando los objetivos del Milenio,  pero no han cumplido ni uno de ellos.
Estamos en el año 2013 y no solo no  se han cumplido ninguno de los Objetivos, sino que en muchos aspectos vamos para atrás, vamos a peor.
Si no se cumplen los objetivos para el 2015, morirán 45 millones de niños y niñas entre hoy y el 2015. Más de 247 millones de personas en África apenas podrán vivir con menos de 1 dólar al día.

En  2005, murieron sólo de HAMBRE más de 35 millones de personas en todo el mundo. Más de 100.000 cada día. Y hay comida suficiente para alimentar al doble de la población actual. Es decir, para dar de comer a 12.000 millones de seres humanos.
Queremos reducir la POBREZA  a CERO, lo mismo en España que en todo el Mundo. En esta generación tenemos suficientes recursos para hacerlo.
¿Es que no hay voluntad política para que la Humanidad pueda VIVIR? ¿Qué es lo que está pasando?

¿Quién tiene la culpa de todo esto? Es el sistema el que tiene la culpa de todos estos males que padece la humanidad. Es este imperialismo financiero que tiene una voracidad sin límites el que no cesa en sus actividades económicas.
La acumulación de capital en pocas personas, y la pobreza en la mayoría de la humanidad hace que los recursos de todo el mundo sean acaparados por unos pocos, mientras el resto muere de hambre.
Un capital formado por empresas nacionales, empresas multinacionales e instituciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización mundial del Comercio entre otros. Estos son los amos del mundo.
El problema no está en las personas, ni en los malos gobernantes, ni en los desastres naturales, ni mucho menos en los pobres a quienes se acusa injustamente de vagos, viciosos, sin cultura, no saber administrar el dinero, etc.
No, la culpa la tiene el sistema. Y los que con nuestro voto, legislatura tras legislatura, apoyamos esta política y mantenemos este sistema.
Resulta extraño que en plena crisis algunos gozan de una bonanza económica internacional significativa, y al mismo tiempo más 2.000 millones de personas padezcan una pobreza extrema. Este sistema no funciona,

En países del Sur,  uno de los efectos más preocupantes e injustos del actual sistema, es la Deuda Externa que los países del Sur han contraído y siguen contrayendo con los países del Norte.
La deuda externa ha sido y sigue siendo uno de los principales factores que sostienen la pobreza y la desigualdad económica y social en el mundo.
Otra consecuencia es la miseria en la que viven muchísimos trabajadores. Los problemas relacionados con la pobreza se multiplican. Y la exclusión social crece constantemente en proporciones desmesuradas, que no sólo implica pobreza económica, sino todo tipo de problemas de acceso a vivienda, a educación, a salud, a la cultura.
Nuestra obligación como cristianos es denunciar  a todas instituciones financieras nacionales e internacionales por colaborar con el actual sistema económico que empobrece cada día más a las personas, y les pedimos políticas eficaces para crear empleo y ayudar al más necesitado en todo el mundo.

Ciao.

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