jueves, 6 de junio de 2013

Unos caminos y diez pasos para aprender a ser felices



1. Valorar las fortalezas de nuestra persona.
Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos, no tener que esperar a encontrarnos con un ciego para enterarnos de lo hermosos e importantes que son nuestros ojos.

2. Asumir las debilidades de nuestra persona.
Asumir después serenamente las partes negativas o deficitarias de nuestra existencia: No encerrarnos masoquistamente en nuestros dolores.
No sufrir por temores o sueños de posibles desgracias que probablemente nunca nos llegaran.

3. Vivir abiertos al prójimo.
Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces que pasarnos la vida desconfiando de los demás. Ceder siempre que no se trate de valores esenciales. No confundir valores esenciales con nuestro egoísmo.

4. Tener un gran ideal.
Algo que centre nuestra existencia y hacia lo que dirigir lo mejor de nuestra existencia, Aceptar la lenta maduración de todas las cosas, dar cada día un paso.

5. Creer descaradamente en el bien.
Tener confianza en que a la larga -y a veces muy a la larga terminara siempre por imponerse. No angustiarse si otros avanzan aparentemente mas deprisa por caminos torcidos. Creer también en la eficacia del amor. Saber esperar.

6. Elegir, si se puede un trabajo que nos guste.
Y si esto imposible tratar de amar el trabajo que tenemos, encontrando en el sus aspectos positivos.

7. Revisar constantemente nuestras escalas de valores.
Cuidar que el dinero no se apodere de nuestro corazón... Descubrir que la amistad, la belleza, la naturaleza, los placeres artísticos y muchos otros valores son infinitamente más rentables

8. Descubrir que Dios es alegre.
Que una religiosidad que atenaza o estrecha el alma no puede ser la verdadera, porque Dios o es Dios o es un ídolo.

9. Procurar sonreír, con ganas o sin ellas.
Estar seguros que el hombre es capaz de superar muchos dolores, mucho mas de lo que el mismo hombre sospecha.

10. Mantener el timón.
No decaer en las metas que hemos descubierto, especialmente aquellas que se vinculan con la vocación a la que Dios nos ha llamado... perseverar, voluntad, caer y levantarse...

José Luis Martín Descalzo

Ciao.


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