sábado, 18 de enero de 2014

Oración para antes de comenzar a navegar en Internet


Cuando nos sentamos frente a un ordenador, un móvil o una table, la usamos mayormente para buscar cosas que nos interesan, para hablar con las personas que conocemos, para editar cosas en nuestros blogs personales, o para mil funciones que nos ofrece la tecnología.
Peor el peligro de Internet es grande, lo mismo que sus beneficion son también muchos.
Cada uno de nosotros, cuando se conecta, lo hace son un fin determinado y seguro que con una intenciones muy particulares.
¿Pero nos hemos preguntado algunas veces si nuestras intenciones al conectarnos a Internet son siempre limpias? ¿Si utilizamos nuestras armas como cristianos para evangelizar a los demás?
El otro día, aprovechándome de la facilidad que me ofrece este medio para mi tan importante e interesante, encontré esta oración, que os dejo ahora, para que la recemos antes de ponernos ante el ordenador, para pedir a Dios, que guíe nuestras búsquedas y nuestras palabras.
Este medio tan bueno y tan malo a la vez, puede ser un arma con el que podemos evangelizar o destrozar a las personas que nos leen o escuchan, en cuestión de segundos.
Que Dios nos acompañe siempre y que nunca permita que de nuestras manos salga nada que pueda herir a los demás.

Jesús,
tú has hecho buenas todas las cosas
y nos ha dado la libertad
para que pudiéramos confirmar con ella nuestra opción por ti.
Ayúdame y enséñame a usar Internet
como corresponde a un apóstol que te ama:
que el tiempo que destine a la web sea para darte gloria;
que mis ojos vean siempre lo que tu verías;
que nunca pierda de vista
el hecho que detrás de cada pantalla hay almas redimidas
Que en el trato con las personas
con que entre en relación
en el ambiente digital
pueda reflejarte adecuadamente para que más te conozcan
y más te amen.
Ilumina y mesura mis palabras
a la hora de emitir juicios, hacer comentarios y ofrecer consejos
de modo que siempre pueda dejar en los corazones
el dulce olor a ti;
que una vez que termine mi navegación por Internet
no conserve ni en el corazón ni en el pensamiento
algo que de ti me separe.
Jesús, finalmente, te pido que grabes en lo más hondo de mí
la certeza de que sin ti
ningún fruto para la eternidad es posible
y que haciéndolo y dándolo todo por ti y por tu Reino
no importa lo mucho o lo poco que se pueda hacer
pues eres tú quien actúa en el silencio
y así bendices nuestro apostolado.
Amén.

Ciao.

No hay comentarios: