martes, 7 de enero de 2014

"Y los Magos, adoraron al Niño y volvieron por otro camino"



Ayer, en la misa de la Epifanía de Jesús, el evangelista Mateo, terminaba su Evangelio con esta frase:
"Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: Oro, incienso y mirra. 
Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino. "
Cada año escuchamos esta frase: "Los Magos se postraron ante el Niño".
Nosotros cada año, en el día de Navidad y en este día, nos acercamos a besar y adorar el Niño Jesús, como un acto de amor hacia Él, que se hace hombre para nacer entre nosotros.
Ayer, en la misa a la que acudí, el sacerdote nos decía lo importante que es hacer ese acto de acercamiento hacia el Niño, y lo que debe suponer en nuestras vidas. Y seguía diciendo: "Para este acercamiento debemos de estar limpios, purificados de todo mal acto, como cuando nos acercamos a comulgr, porque con nuestra acción nos comprometemos con el mismo Jesús a caminar cerca de Él durante nuestra vida".

Otra cosa que destacó es la reseña del evangelista de que "los Magos se volvieron por otro camino distinto al que habían llegado".

¿Qué puede significar en nuestras vidas eso de "se volvieron por otro camino"?

Durante el Adviento, hemos ido preparando el camino para la llegada de Jesús a nuestras vidas. Hemos vivido durante cinco semanas, una preparación mediante las lecturas de las misas, para que cuando llegara la Navidad, ese Niño que venía de camino, naciera en unos corazones limpios y llenos de amor hacia Él.
Este "volverse por otro camino" debe suponer para nosotros, dar un giro a nuestras vidas, y encontrar otros caminos distintos a los estábamos recorriendo, si esos caminos nos impedían llegar a la perfección, para tener un verdadero encuentro con Él.
Seamos como los Magos: Postrémonos ante nuestro único Dios, ofrezcámosle nuestros mejores regalos, y si vemos que nuestro camino no es el recto, corrijámoslo ahora que estamos a tiempo.

Ciao.

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