Ahora que ya ha pasado el día de Reyes, todos hemos estado buscando los regalos para los pequeños que más les gustaban. Esos regalos que esperaban ellos con emoción, ilusión e impaciencia… Y que los compramos con todo nuestro cariño.
Pero no hay que olvidar que a estos regalos hay que sumarle el regalo del día a día, ese regalo nada fácil, el regalo de ayudarlos a formar su personalidad, de enfrentarse al futuro, el regalo de enseñarles la forma de afrontarlo y que dependerá de la base que desarrollen en su niñez y en lo bien o mal sustentado que este, la seguridad en ellos mismos, para que formen una personalidad armónica y equilibrada como reclaman los tiempos que corren.
La importancia de que aprendan a navegar y disfrutar de los cambios, en vez de sufrirlos.
En un ambiente familiar estable, seguro, sereno, alegre, divertido, lleno de afecto y abierto a los demás, juega un papel tan indispensable en la educación de los hijos, que no es sustituible por ningún otro regalo.
Hay que implicarse en fomentar y ayudarlos a valerse por sí mismos, a valorar sus logros y sobre todo a incentivarlos a que se independicen, por lo que es de vital importancia la comunicación, para explicarles los peligros y las formas de hacer las cosas pero dejando que ellos tengan iniciativa.
Estos regalos son los que realmente les durarán, aprovecharán y sobre todo agradecerán toda la vida…
Ciao.
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