domingo, 18 de enero de 2015

Un Dios providente



Algo que todavía no tenemos claro: ¿Qué es un Dios providente?...

Sí, hay que confiar mucho en que Dios lleva nuestras vidas, lo fácil es dejar caer los brazos y sortear la vida como venga, lo difícil, pero sublime, es vivir en clave de Fe, interpretar nuestras historia, especialmente en los acontecimientos amargos y descubrir cómo Dios se camufla en las pequeñas cosas de cada día.
Dios no es obvio sino para las almas puras, a todos se nos exige UN ESFUERZO para penetrar la realidad y descubrir a través de lo que vemos aquello que no vemos, pero si intuimos con la potencia de la Fe.
Necesitamos, como diría Kierkegaarg ENTRAR EN LA OBEDIENCIA DE LA CREACIÓN Y EN EL SILENCIO DE LA NATURALEZA si queremos vivir en clave de providencia, como dice Jesús de las aves del cielo y los lirios del campo.
Abandonarse en la providencia no es un ejercicio de inconsciencia o beatería simplista propia de alienados.
Muy por el contrario es el uso de la RAZÓN CON JUSTICIA y el ejercicio continuo (no sólo en momentos de exaltada emotividad) de la Fe.
Por lo demás, espero que aquello que Dios ha sembrado en nuestro corazón Él mismo le dé el incremento y lo lleve a buen término.
Hay momentos en la vida que tenemos que experimentar nuestra más radical impotencia, sólo así se puede crecer en el conocimiento de Dios.
El Amor de Dios nos rescatará aunque sea en el último momento, como parece que suele hacer.

Ciao.

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