jueves, 9 de abril de 2015

Usa tus sentidos...


Usa tu vista...
Para ver la belleza de la vida y para ver el interior de las personas; no la uses para criticar maliciosamente cómo se ven o se visten los demás o para juzgar a las personas sólo por sus apariencias.

Usa tus oídos...
Para escuchar a tu prójimo y poder ofrecerle una palabra de aliento, para escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y edifican tu interior; no lo uses como un arma o para escuchar cuando se habla mal de los demás.

Usa tu olfato...
Para percibir el olor de las flores, del perfume y del amor; no lo impregnes con los malos olores como lo son el odio, el egoísmo y la traición.

Usa tu gusto...
Para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación; no lo uses para saborear las derrotas de otros.

Usa tu tacto...
Para sentir y dar amor para tocar a las personas con tus deseos positivos con tu caridad; no lo uses para pedir injustificadamente.

El sexto sentido, el más importante, es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos: Entre el bien y el mal, entre dar o recibir y entre construir o desmoronar. 
A veces miramos sin ver, oímos sin escuchar, olemos sin percibir, probamos sin saborear y tocamos superficialmente.

Ciao.

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