martes, 24 de noviembre de 2015

La inocencia que aún tenemos dentro

La meditación es un estado natural, pero que hemos perdido. Es un paraíso perdido, pero el paraíso puede ser recuperado. Mira dentro de los ojos de los niños, mira y verás un tremendo silencio, un asombro por todo, una inocencia.
Cada niño viene con un estado meditativo, pero debe ser iniciado en los caminos de la sociedad, es básico para su supervivencia; hay que enseñarle a pensar, a calcular, a razonar, a discutir, enseñarle las palabras, el lenguaje, los conceptos.
Así, muy lentamente, pierde contacto con su propia inocencia. Se contamina, es arrastrado por el funcionamiento de la sociedad. Se transforma en una maquina eficiente, la mente coge el control.

Todo lo que se necesita es recuperar ese espacio una vez más.
Alguna vez lo conociste, así que, cuando te acercas a la meditación por primera vez, te sorprendes, pues un gran sentimiento surgirá en ti como si lo hubieras experimentado previamente.
Esa sensación es auténtica, las has vivido antes, pero la olvidaste. El diamante se ha escondido en medio de un montón de conocimientos, creencias o juicios. Pero no desaparece, siempre está ahí. Eres capaz de volverlo a recuperar.
Realmente no puede perderse, sólo se puede olvidar. Nacemos asombrados y con pureza ante todo, y después aprendemos los caminos de la mente. Pero nuestra naturaleza real permance escondida, esperando su vuelta. Cualquier día puedes hacer una pequeña excavación dentro de ti, y encontrarás que aún fluye en tu interior ese niño que nunca se fue.
Encontrarás uno de los mayores placeres de la vida. Volverás a sorprenderte con tu respiración, con un paisaje, con comer, con amar, querrás volver a divertirte, a jugar.
En definitiva, volverás a sorprenderte de lo bella que es la vida.

Pablo Chamero

Ciao.

1 comentario:

gosspi dijo...

Ese es el camino..redescubrir ese Niño que vive dentro de nosotros..en el Principio de nuestra vida nos Miro y nos Creó a su Imagen...y en eso estoy...sorprendiendome d elo que de bueno desprende a veces mi corazón..y es cuando lo veo a El...esa es mi Esperanza y mi manera de vivir. Un abrazo