lunes, 14 de diciembre de 2015

Adviento, tiempo de rebeldía



Quizás cuando ya no sabemos cómo mirar el mundo, cuando parece que no hay reglas y cada uno juega sus cartas como puede, es cuando Dios nos envía a alguien.
Alguien que nos dice que la misericordia es posible, que la vida no tiene por qué ser una guerra por la hegemonía, sino una lucha por el perdón. Estas voces son únicas, para el mundo y para nosotros.
El Evangelio del domingo pasado (Mc 1, 1-8) nos hacía mirar hacia Juan, que rompiendo los esquemas de su sociedad desde la pobreza, es capaz de preparar a un pueblo a acoger algo nuevo, acoger Libertad, Justicia y Amor, cosa que en los tiempos de Tiberio no era nada común, como tampoco lo es hoy aunque esta idea pueda parecernos aterradora.
Lo bueno es que sigue habiendo personas que nos confrontan con nosotros mismos y nos hacen mirar más allá.
Este año el Papa nos propone caer en la cuenta de la misericordia reflexionar sobre ella y acogerla ¿Por qué no nos lo creemos? Es posible que tomarnos esto en serio pueda cambiar nuestra vida y ¿Quién sabe… el MUNDO?

Ciao.

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