domingo, 24 de enero de 2016

La paciencia


Es saber que nuestra voluntad puede ser influenciada y esto significará que podemos perder el control y entremos en terrenos que no conocemos.
La paciencia no es una espera pasiva en el cual dejamos que otros tomen decisiones por nosotros.
Es la capacidad de mirar en nuestro interior, abrir todos los sentidos y pasemos a observar qué es en realidad lo que está ocurriendo.
Cuando decidimos tener paciencia, estamos optando por un tercer camino que no son ni la confrontación ni la huida.
Es elegir un camino mucho más difícil. Es una disciplina porque va contra nuestros impulsos. La paciencia implica perseverar, vivir, escuchar cuidadosamente lo que se nos presenta aquí y ahora.
Es evitar la confrontación o en su defecto la huida.
La paciencia es un don tan preciado como escaso.
“Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento.” (Isaac Newton)
“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.” (Inmanuel Kant)
A veces nos impacientamos por llegar a un lugar… Por conseguir un propósito… Por solucionar un problema.
Todo requiere de paciencia. Como nosotros necesitamos nuestros tiempos para asumir y asimilar los hechos que se suceden en nuestras vidas.
Siendo pacientes, podremos disfrutar de todos los momentos de nuestras vidas, seremos personas más serenas, seres más sabios y tomaremos mejores decisiones.
“La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.” Proverbio Persa.

Ciao.

1 comentario:

gosspi dijo...

Me ha encantado tu entrada..y si La Paciencis todo lo alcanza pero que dificil es entrar en ella...hoy por ejemplo me ha hecho sufrir el no haber podido entrar en mi interior y hablar dentro de ella...reza para que sepa ejercitarla vale???