lunes, 15 de agosto de 2016

Eres Luz y Oscuridad



Tu naturaleza es dual y está bien así.

En la sociedad hay una inteligencia socio-religiosa que pretende que la persona, el cuerpo, sea tan perfecta como el Ser, como el “alma” que lo habita. No obstante se olvidan de que el Ser es también dual, es Luz y Oscuridad. Solo su núcleo es perfecto y no así la Oscuridad que le rodea.

Desde pequeños nos enseñan que hemos de cambiar, que hemos de ser perfectos, “buenos” (lo que ya nos da a entender que no lo somos), no tener nunca malos pensamientos (aunque nos enseñen a cultivarlos) ni malos sentimientos, etc.
Ya desde niños iniciamos una total dicotomía con nosotros mismos. Una persona, por definición, no puede ser perfecta: Es imposible. No puede convertirse en el núcleo de su Ser. El cuerpo, por naturaleza, es adicto, está cargado de necesidades: Necesita respirar, necesita beber, necesita comer y eliminarlo después, necesita dormir, etc. Pero sí puede estar disponible para manifestar a ese núcleo.

Somos Luz y Oscuridad

Tu Ser es luminoso y tiene una parte oscura de la que se responsabiliza (la que se prometió iluminar). Así es y por mucho que luches contra esa parte oscura nunca conseguirás que desaparezca. Está ahí y es parte tuya, al menos a lo largo de tu viaje por este universo oscuro. ¡Recuerda que es iluminando tu Oscuridad como puedes evolucionar!

Por una razón, que solo pertenece a la Creación, existes para experimentarte como Luz que atraviesa la Oscuridad. Recuerda que la Oscuridad no es más que la otra cara de la Esencia. No es más que la Esencia aún no experimentada (iluminada). Es la Esencia que busca ser iluminada para fundirse con la Fuente luminosa del Amor eterno.

Esto no quiere decir que como tienes una parte oscura cualquier pensamiento o sentimiento oscuro, “malo” esté justificado. No, solo nos permite entender y ser compasivos con nosotros mismos. Nos permite eliminar la gran culpa que sentimos al sabernos muy lejos de esa perfección que se nos impone y a la que obviamente no hemos llegado. Cuando aparece un pensamiento o sentimiento “malo” tenemos el Poder de escucharlo y aumentarlo o bien de decidir iluminarlo desde nuestro poderoso Corazón.

*Extracto obtenido del libro: ¡Despierta!. El Manual de Instrucciones con el que todos nacemos y ninguno recordamos por Anne Astilleros

Ciao.

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