domingo, 11 de septiembre de 2016

Motivación



Hay muchas motivaciones a la hora de entrenar. Si alguna vez pasas por un gimnasio lo observarás…
Frente a los que buscan una recuperación y aquellos que buscan solamente un físico espectacular, están los que creen que mantenerse en forma y hacer ejercicio es vital. Para ellos estar en movimiento es importante, para salir cada día al mundo con agilidad y para no caer en sedentarismos de ningún tipo.
Así es la vida espiritual, como un gimnasio, con motivaciones y momentos diferentes, siempre es lugar de consuelo y de cercanía del Padre.
Lo de Dios despoja del interés propio para proyectar la vida hacia otros, supera los obstáculos que hacen que no salgamos de nosotros. Es una forma de crecer en lo de Dios en el día a día, viviendo desde el agradecimiento de cuanto recibimos, sin buscar recompensas, solo buscando más amar, más servir.
¿Es así como vivo lo de Dios y su Evangelio?

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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