jueves, 10 de noviembre de 2016

“Soltar el vaso y viajar ligero”



Hay un dicho de la sabiduría popular que dice que: ” Nadie sabe lo que pesa el saco, más que aquel que lo va cargando. A mi, me parece que ese dicho encierra una gran verdad. Yo diría que habría que agregarle algo: ” y no sólo sabe lo que pesa, sino cuánto tiempo lleva cargándolo.

Por eso es difícil juzgar. Porque, por buena información que se tenga sobre determinada situación, siempre habrá cosas que no conozcamos y que hacen muy difícil verter una opinión subjetiva que además contemple casi todas las aristas que algo conlleva.

El peso específico es un problema serio, por donde quiera que se vea, pero siempre hay otros factores que influyen y que no son considerados cuando se juzga determinada situación.

Una Psicóloga en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todos los participantes esperaban la pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío?, sin embargo ella preguntó: ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 gramos y 400 gramos.
La psicóloga respondió: “El peso absoluto del vaso no es lo más importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema, si lo sostengo una hora me dolerá el brazo, pero si lo sostengo durante todo el día, el brazo se me entumecerá y se paralizará. El peso del vaso no cambia, pero mientras más tiempo lo sujeto más pesado se vuelve. Y continuó, las preocupaciones, son como el vaso de agua, si piensas en ellas un rato no es un problema, si piensas en ellas más tiempo, empieza a doler, pero si piensas en ellas todo el día, terminarás paralizado e incapaz de hacer nada. “Acuérdate de soltar el vaso”.

En esta vida todos tenemos más o menos preocupaciones, pero tenemos que acostumbrarnos a “soltar el vaso”.

Si hacemos la analogía con el equipaje que llevamos a un viaje, nos ejemplifica de manera muy clara como vamos por la vida cargando un sin fin de cosas que no vamos a necesitar para ese viaje y además de todo viajamos con los brazos entumidos, paralizados y llenos de dolor cargando vasos que no necesitamos y que no nos dejan vivir.

Si queremos ser felices, tenemos que viajar ligero por la vida. Tenemos que “liberarnos” de tantos vasos que llevamos cargando por mucho tiempo inútilmente.

Yo pienso que algo que nos puede dar una ligera idea de cómo nos afectan algunas cosas que quizás no nos deben incumbir o que ya no necesitamos para nada, se refleja en ciertos malos sueños que tenemos. Hay veces que me despierto de un mal sueño, en el que se reflejan cosas que me preocuparon en el pasado y que ya no tienen importancia en mi vida actual y aunque se tratara de algo que nos atañe actualmente, la solución a ello no es preocuparse.

Cuando yo me despierto con una preocupación de un problema actual, lo que trato de hacer es analizarla y tratar de resolverla de la manera más práctica que puedo, si es que puedo resolverla, porque muchas veces no está en nuestras manos llevar a cabo ciertas acciones para resolver algo.

Es terrible si pensamos en el peso específico de ciertas preocupaciones y como se multiplica conforme pasa el tiempo y las seguimos cargando. Por lo que en mi opinión debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para resolver algo que nos afecta, sin preocuparnos de que las cosas salgan de determinada manera. A eso llamo yo “confiar en la vida, confiar en el bien”, aunque a veces me sorprendo al descubrirme cargando vasos que ni siquiera son míos.

Así que ojalá entendamos que de nada sirve ir por la vida cargando un vaso que sólo terminará por entumecernos, paralizarnos y dolernos sin sentido. Ocupémonos en lo que esté en nosotros resolver y despreocupémonos de todas las cosas, dejando que la vida haga su papel y el resultado seguramente será el mejor que podía resultar y en adición, al menos nosotros, no viviremos entumidos, viviremos sin dolor, viajando por la vida ligeros de equipaje.

Carlos Molinar

Ciao.

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