sábado, 3 de diciembre de 2016
El tapiz
Somos un tapiz de hilos diversos. Hilos con los que se teje lo que somos. Hilos que vienen del pasado, de la memoria, de los recuerdos lindos y de los feos. Hilos que vienen de nuestros hermanos y hermanas, padre y madres, abuelos y abuelas, hijos e hijas, con los que convivimos, y de aquellos que ya se fueron pero están en nuestra vida resucitados. Hilos de la realidad compleja que nos toca. Hilos de emociones que van y vienen, de sentimientos, de carácter. Somos un tejido de hilos distintos que se entraman para darnos esto que vamos siendo.
¿Cómo tejer una vida feliz?
Compartiendo los hilos diversos, siendo hilos para vidas rotas, quitando los hilos que estaban y acomodando la armonía de los colores en un concierto de paciencia.
La vida feliz es como un tapiz hecho con mano de artesano que, entre tiempo de hombres y tiempo de Espíritu, va recreando un rostro amigo en lo profundo de la propia historia.
Ese rostro que emerge del tejido revela que fuimos creados a imagen del Hilo fundamental y más bello que une a todos los hombres en el gran tapiz humano: Cristo, nuestro Señor y Liberador.
Espiritualidad Ignaciana
Ciao.
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