domingo, 12 de marzo de 2017

Una Cuaresma para dar frutos



Un árbol es bueno cuando da frutos buenos. Y para que llegue a darlos, el árbol requiere muchos cuidados.
Lo primero que hay que hacer es preparar la tierra para plantarlo; ha de estar la tierra bien regada, sin malas hierbas ni piedras que impidan a sus raíces extenderse y agarrar profundamente la tierra.
Después, es necesario tener una gran paciencia para permitirle crecer a su ritmo.
También es necesario darle tiempo para reponer fuerzas, para recobrar la salud. En una palabra, hay que estar pendientes de él con un gran cuidado. Al árbol hay que darle también sus oportunidades.
Hay que podar las ramas secas para que la savia pueda llegar sin dificultad hasta las ramas más pequeñas y más alejadas del tronco.
Hay que apuntalarlo para que resista las tempestades. Si es frágil y está mal cuidado, resistirá poco y será arrancado de cuajo. HAY QUE PRESERVARLO DE LOS BICHOS QUE SE COBIJAN EN ÉL Y LE destruyen quitándole las fuerzas.
Hay que preocuparse de él en todo momento.
¡Entonces sí que será capaz de dar los frutos esperados, sabrosos y nutritivos!
Nosotros somos parecidos a los árboles. Nuestros frutos son nuestras obras y nuestras palabras. Si permanecemos plantados en la Palabra de Jesús, en su Evangelio, entonces daremos frutos -nuestras obras y palabras- en las cuales se podrá saborear la Palabra de Jesús. Si nos preocupamos de que nuestras raíces estén asentadas en Jesús; entonces nuestros frutos serán frutos de amor y no de odio.

Reflejos de Luz

Ciao.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Cuñada, hoy cumples 10 añitos de Blogguera. Y con mas de 1130000 entradas. Eso es para festejarlo. Casi al principio fui de los primeros en saludarte y felicitarte por este medio. Ahora tambien este enorme ENHORABUENA por esos 10 años tan bien aprovechados y disfrutados.
Besos
Tu cuñado Antonio

lojeda dijo...

Muchas gracias cuñao. La verdad es que parece mentira que después de 10 años esto siga vivo.
Espero poder seguir muchos años más y no hacerme pesada.
Un besazo