viernes, 19 de mayo de 2017

Alimentarte a diario con la Palabra de Dios



“FUERON HALLADAS TUS PALABRAS, Y YO LAS COMÍ…” (Jeremías 15:16)

Aliméntate diariamente con la Palabra de Dios:

Una mujer compró un loro, se lo llevó a casa y al día siguiente volvió a la tienda de animales diciendo:
- Este pájaro no habla.
El dueño le preguntó:
- ¿Tiene un espejo? A los loros les encantan los espejos. Se ven a sí mismos y empiezan a conversar. Así que la mujer le compró el espejo. Pero volvió al día siguiente, pues el pájaro seguía sin hablar.
- ¿Por qué no le lleva una escalerita? A los loros les encanta subir y bajar la escalera, y un loro contento está más dispuesto a hablar.
La mujer compró la escalerita. Sin embargo, volvió al día siguiente; el loro seguía sin hablar.
- ¿Le ha puesto un columpio? Si no, ése es el problema. Con el columpio se relaja y se pone a hablar como loco.
No muy convencida, la mujer compró el columpio y se fue. Al entrar en la tienda al día siguiente, podía verse que le había cambiado el semblante.
- Se me murió el loro, dijo.
El dueño de la tienda no daba crédito.
- No sabe cuánto lo siento. Pero dígame una cosa, ¿Llegó a decir algo?
- Sí, dijo algo justo antes de morir respondió la señora.
Dijo:
- ¿Pero no venden comida para loros en esa tienda?

Moraleja:

Puedes pasarte la vida mirándote al espejo, cuidando de tu apariencia o subiendo escalones, preocupándote de avanzar tu carrera o en columpios, tratando de divertirte lo más que puedas y sin embargo, morirte de hambre espiritual.
Teresa de Calcuta decía que los casos más difíciles con los que trataba en Calcuta eran las personas que habían perdido totalmente el apetito, o que estaban tan enfermas que no podían alimentarse o digerir comida.
¡Morirás espiritualmente si no te alimentas a diario de la Palabra de Dios!

Jeremías escribió: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón…” (Jeremías 15:16).

Ciao.


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