domingo, 14 de enero de 2018

Él siempre está



A veces nos cansamos de todo, e incluso de nosotros mismos. 
En esos momentos, sabemos que Dios está, aunque de pronto podamos sentirlo lejos… Él está. 

Tú me salvas
No te cansas de mí,
aunque a ratos
ni yo mismo me soporto.

No te rindes,
aunque tanto
me alejo, te ignoro, me pierdo.

No desistes,
que yo soy necio,
pero tú eres tenaz.

No te desentiendes de mí,
porque tu amor
puede más que los motivos.

Tenme paciencia,
tú que no desesperas,
que al creer en mí
me abres los ojos
y las alas…

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

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