sábado, 14 de abril de 2018

¡La Alegría!


Hay algo que, leyendo la vida de los discípulos después de Jesús, descubrimos como inherente a la Resurrección: La Alegría. 
La Alegría de saber que hay esperanza, porque ni la muerte ni la injusticia tienen la última palabra.
La Alegría de sabernos incondicionalmente amados.
La Alegría de ser llamados a permanecer en un amor que nos hace plenos en el darnos a los demás.
La Alegría de la amistad, de la cercanía, del pan compartido, del lavarnos los pies entre nosotros, y buscar ser los primeros en hacernos los últimos.
La Alegría de saberse sostenido y confiar en un Amor que no claudica, que se sostiene hasta el final. E incluso más allá del final.
La Alegría de alegrarnos con Aquél a quien amamos.
Una alegría que descubrimos cuando nos animamos a ver la vida en clave de Resurrección.

Ciao.

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