jueves, 18 de octubre de 2018

G.K. Chesterton



Obediencia:
-La palabra más emocionante del mundo; menudo trueno de palabra.
¿Por qué imaginan los necios que el alma es libre sólo cuando discrepa del orden común? Incluso la muchedumbre que se alza para quemar y destruir debe toda su grandeza y terror, y cierta autoridad, no a su ira, sino a su acuerdo.
¿Por qué debería hacernos sentir libres el mero desacuerdo?

La sorpresa:
-Si suprimimos lo sobrenatural, lo que nos queda es lo antinatural.

Herejes:
-Es fácil ser pesado y difícil ser liviano. Satanás cayó por la fuerza de su gravedad.

Ortodoxia:
-Nuestra civilización ha decidido, y ha decidido muy justamente, que determinar la culpabilidad o la inocencia de los hombres es cosa demasiado importante para confiarla a peritos especialistas.

Pide luz sobre este terrible asunto, busca hombres que no sepan de Derecho más que yo, pero que puedan sentir las cosas que yo he sentido en los bancos de los jurados. Cuando desea catalogar una biblioteca o descubrir el sistema solar o cualquier otra menudencia por el estilo, utiliza sus especialistas. Pero cuando desea que se haga algo realmente serio reúne doce hombres reclutados entre los más sencillos y corrientes que andan por ahí. Esto mismo lo hizo, si no recuerdo mal, el Fundador del Cristianismo.

Enormes minucias:
-Cuando alguien dice que la democracia es falsa porque la mayoría de la gente es estúpida, el filósofo puede elegir varios caminos. El más obvio es el de atizarle con precisión y sin demora en la punta de la nariz.

Illustrated London News (ILN), 1905:
-No se repetirá nunca lo bastante que toda verdadera democracia es un intento (como el de una jovial dueña de casa) para animar a los tímidos y hacerles entrar en conversación. Para todo propósito práctico de un estado político, para todo propósito práctico de una merienda distinguida, el que se humilla debe ser ensalzado. En un té elegante, es igualmente obvio que el que se exalta debe ser humillado, si es posible, sin violencia física. Ahora bien, la gente habla de democracia calificándola de grosera y turbulenta, lo que constituye un evidente error en la historia. La aristocracia es la que ha sido siempre grosera y turbulenta, porque implica un llamamiento a quienes confían en sí mismos. La democracia apela a los desconfiados. La democracia significa inducir a votar a aquellos que nunca tendrán la “caradura” de gobernar, y de acuerdo con la ética cristiana, precisamente aquellos que deben gobernar son aquellos que no tienen la “caradura” de hacerlo. —Enormes minucias

-La democracia no es filantropía. No es siquiera altruismo, ni reforma social. La democracia no se basa en la compasión hacia el hombre corriente. La democracia se basa en la reverencia al hombre corriente o, si se prefiere, incluso en el temor al hombre corriente. No protege al hombre porque éste sea miserable, sino porque es sublime. No objeta tanto el hecho de que el hombre corriente sea esclavo como el hecho de que no sea rey, pues su sueño es siempre el sueño de la primera república romana, el de una nación de reyes.

Herejes:
-Una nueva filosofía generalmente significa en la práctica la alabanza de un viejo vicio.

LN, 1906:
-El que se conforma con decir “No queremos que los teólogos debatan sobre sutilezas”, sin duda se conformaría también diciendo “No queremos que los cirujanos operen filamentos más sutiles que el de un cabello”. Es un hecho el que muchas personas estarían muertas hoy de no ser porque los médicos debatieron sobre los delicados matices de la medicina. También es un hecho que la civilización europea estaría muerta hoy de no ser porque los doctores de la divinidad han debatido sobre los delicados matices doctrinales.

La resurrección de Roma:
-El hombre habla de la filosofía y la teología como si fueran algo especializado y árido y académico. Pero la filosofía y la teología no son sólo las únicas cosas democráticas, son democráticas hasta el punto de ser vulgares, hasta el punto, diría más bien, de ser tumultuosas. Sólo ellas admiten todas las cuestiones; sólo ellas yacen abiertas a todos los ataques.

G. F. Watts:
-Una de las tragedias del periodista es que cada vez que presenta un tema como sencillamente imposible, algún otro le escribe para decir que ocurrió en realidad. Si uso una metáfora estúpida al azar, por lo general recibo dos cartas: una quejándose de que el tema es demasiado violento y absurdo, y otra diciendo que lo mismo le sucedió a la tía del escritor.

ILN, 1906:
-La razón en sí misma es un objeto de la fe. Es un acto de fe afirmar que nuestro pensamiento no tiene relación alguna con la realidad.

Ortodoxia:
-Cuanto mayor la velocidad del periodista, más lentos sus pensamientos. El resultado es el diario de nuestra época, que a medida que pasa el tiempo más temprano llega a los quioscos y menos merece ser distribuido.

Eugenesia y otras desgracias:
-Nos dirán, por ejemplo, que la teología deviene complicada porque está muerta. Creedme: Si hubiese estado muerta, nunca habría devenido complicada; sólo un árbol vivo crece un número excesivo de ramas.

Enormes minucias:
-El orgullo es una debilidad del carácter; acaba con la risa, acaba con la maravilla, acaba con lo caballeresco, acaba con la energía.

Herejes:
-La Declaración de Independencia basa dogmáticamente todos los derechos en el hecho de que Dios creó iguales a todos los hombres; y es verdad; porque aunque no hubieran sido creados iguales, ciertamente evolucionaron de forma desigual. No hay base para la democracia si no es en el dogma del divino origen del hombre.

Lo que vi en América:
-Si las personas no pueden ocuparse de sus propios asuntos, no puede ser más económico pagarles para que se ocupen de los asuntos de otros; aún menos para ocuparse de los bebés de otros; es básicamente deshacerse de la fuerza natural y luego pagar por una fuerza artificial: Como si una persona fuera a regar una planta con una manguera mientras sujetara un paraguas para protegerla de la lluvia.

La superstición del divorcio:
-Cuando se elige algo, se rechaza todo lo demás.

Ortodoxia:
- ¿Cómo puede ser una carrera importante enseñar a los niños la regla de tres y una carrera baladí la de enseñar a nuestros hijos el universo?

Lo que está mal en el mundo:
-Nuestros padres no hablaban de psicología; hablaban de un conocimiento de la Naturaleza Humana. Pero ellos la tenían y nosotros no. Sabían por instinto todo aquello que nosotros hemos ignorado con la ayuda de la información. Porque son precisamente los primeros hechos de la naturaleza humana los que ahora ignora la humanidad.

Sidelights of New London and Newer York

G.K. CHESTERTON 

Ciao.


1 comentario:

nikkisa889 dijo...

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