Regalo y tarea

Una de las cosas más cotidianas que tenemos es el ambiente que habitamos.
Todos los días despertamos en algún determinado lugar del mundo. Somos testigos del paso de las estaciones y de cómo la naturaleza se renueva año a año.
Pero ¿Somos capaces de verdad de admirar la maravilla que hay en todo ello? ¿De observar con regocijo los primeros brotes de la primavera después del invierno? ¿De contemplar un atardecer, el cielo encendido por los últimos rayos del sol, y simplemente no necesitar nada más?
El mundo es un lugar mágico, y nos ha sido regalado como nuestro hogar ¿Somos conscientes de la magnitud de este regalo? Y así como nos ha sido regalado, el mundo también nos ha sido dado como tarea.
Somos la única especie que camina sobre la Tierra y es capaz de participar de su creación: Dios no solo nos ha dado el mundo, sino que ha impreso en nosotros la capacidad creativa y la libertad de poder co crearlo junto con Él.
Pidamos hoy la gracia de dejarnos conmover por el regalo de nuestro mundo, y de poder ser activos creadores de la realidad que en él vivimos.

Ciao.