Dios te elige y nos elige

Cuando pensamos en la espera, un primer acercamiento comúnmente sugiere que nosotros somos los únicos que esperamos. Que del otro lado de la humanidad, nadie espera nada. Pues no sería tan así. Dios también espera de nosotros.  Dios elige esperar en nosotros.
Por esta razón, nuestros deseos y anhelos no solo no le son ajenos, sino que han sido impresos por Él en nuestro corazón, porque sabe que a partir de nuestra acción concreta y cotidiana es que Sus deseos pueden ir haciéndose realidad en el camino de la vida.
Hoy te invitamos a que no permanezcas indiferente a esta elección. Dios te elige a ti y nos elige a cada uno de nosotros, confía en nosotros y en nosotros reposa su esperanza, haciéndonos depositarios de una gracia inmensa, que conlleva también una inmensa responsabilidad: La de realizar, con nuestros actos, Sus planes para el mundo.

Ciao.