domingo, 10 de febrero de 2019

Esperar


Hay tiempos en los que esperamos y... No pasa nada. 
Podemos sentir que aquel deseo que movía nuestro corazón no fue recompensado debidamente, que lo que ansiábamos no se cumplió, que ya hace mucho que no pasa lo que tendría que pasar. Que ya fue...
En esos momentos en los que la espera se hizo demasiado pesada, es que la vamos llenando de otras cosas que nada tienen que ver con lo que deseamos.
Cosas que no están ahí para seguir los deseos de nuestro corazón, sino solamente para hacer más llevadera la espera.
Lo más preocupante de esto es que puede llegar un momento en que estas cosas terminen ocupando un lugar demasiado grande en el corazón y lo emboten, y así, no nos dejen avanzar hacia lo que fuimos creados: Vivir como hijos de Dios y hermanos de todos.
Por eso es que podemos ir preguntándonos ¿Con qué llenamos el tiempo de nuestras esperas?

Ciao.

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