Riquezas que empobrecen

Otra de nuestras grandes contradicciones: Hay riquezas que nos empobrecen. Este podría ser considerado un mal particularmente presente en nuestra época.
Nos vemos atados al consumo, corriendo agotados en la carrera del tener. Porque parece que esto es lo que nos va a asegurar la vida.
Las publicidades nos encandilan y se roban nuestra atención, pero nuestro corazón tiene otras búsquedas, alberga otros deseos.
Nos aferramos a lo material y no es lo material lo que colma los deseos más profundos de nuestro corazón.
Así, podemos terminar como el joven del Evangelio, que “se marchó pesaroso, porque era muy rico” (Mc 10, 35-45).
Es importante estar atento: ¿Qué cosas atan nuestros deseos?

Ciao.