lunes, 22 de abril de 2019

"Si no estoy tan mal”


"Si no estoy tan mal”, “podría estar peor”, “tampoco es para tanto”. 
Son frases que (nos) decimos cuando alguien busca poner un poco de luz a alguna situación personal pero nosotros nos resistimos, porque es difícil afrontar lo que realmente nos está ocurriendo.
Y no tiene porqué ser un drama enorme, sino que habitualmente son mínimos desajustes, pequeñas cosas que aparentemente no son graves, pero que poco a poco nos van dejando secos, solos, inapetentes, nos van gastando y no miramos de frente a los problemas.
Para este tipo de situaciones, mucho más frecuentes de lo que nos gustaría, San Ignacio nos da una clave de discernimiento sencilla pero muy eficaz: Hacer como que tu problema lo tuviese otro, y pensar «lo que yo le diría que hiciese y eligiese para mayor gloria de Dios». 
Si con nosotros no podemos, imaginemos lo que diríamos a alguien que le pasa lo mismo que a nosotros, y apliquemos «lo que para el otro propongo».

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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