martes, 9 de abril de 2019
Silencio
"Silencio. Se oye el pulso del mundo como nunca. La tierra acaba de alumbrar un árbol" (Vicente Huidobro, Altazor, Poema 1) Cuando estamos perdidos, tristes o desolados se oscurece todo y no se ve por donde.
¿No te dan ganas de abandonar? Pero esa oscuridad, ese silencio mortal es solo un preámbulo para algo grande.
Como la semilla de mostaza del Evangelio, que no ve su propio fruto desde la oscuridad de la tierra que la cubre, pero cuando crece echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra (Mc 4,26-34).
San Ignacio nos dice que en desolación mejor es detenerse, no tomar decisiones, pedir ayuda y esperar la consolación futura como don de Dios. Quizás ya mucho hiciste por tu cuenta , ahora es tiempo de pausa para dejarte hacer por Dios, para ser nutrido por la tierra. Silencio… Estás a punto de dar fruto.
Espiritualidad Ignaciana
Ciao.
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