lunes, 6 de mayo de 2019

Hablar y escuchar


Muchos hablan sin decir nada y repiten palabras ajenas para impresionar a las personas que les escuchan.
Antes de hablar necesitamos aprender a escuchar, y para poder comunicar algo necesitamos del silencio.
Aprender a escuchar en el silencio de nuestro interior nos hace ser más cautos y prudentes.
Rezar es descifrar el silencio y comprender un mensaje. Es poder ahondar en el misterio y beber de la fuente de la Sabiduría inagotable, que nos ofrece la unión con Dios Padre.
Jesús al sanar al sordo mudo en el relato del Evangelio,  le redirecciona sus sentidos, lo libera del aturdimiento al que estaba inmerso por su enfermedad, para sintonizar con la Voz que susurra en su interior y para que aprenda a escuchar y hablar.
¿Tus palabras de dónde brotan? ¿Del silencio de tu interior o del aturdimiento que produce el ruido que nos invade en el exterior?

Ciao.

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